Revive el discurso presidencial de José Luis Rodríguez Zapatero en el 20º aniversario de su investidura

El candidato socialista defendió la necesidad de reformar la Constitución para eliminar la discriminación de la mujer en relación a la sucesión de la Corona y para consagrar la visión plural de España. También apostó por la ampliación de derechos civiles y sociales

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero durante su intervención en la primera sesión del debate de investidura | CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Las elecciones celebradas el 14 de marzo de 2004, tres días después de los trágicos atentados terroristas en Atocha, arrojaron los siguientes resultados:

Con esta distribución de los escaños, constituida la VIII Legislatura (2004-2008) y concluida la ronda de consultas del Rey Juan Carlos I con los representantes de los distintos grupos parlamentarios, el monarca decidió proponer como candidato a la presidencia del Gobierno a José Luís Rodríguez Zapatero.

El encargo, el quinto que recibía el PSOE desde la llegada de la democracia, cristalizó en el debate de investidura que se celebró durante los días 15 y 16 de abril, del que en estas fechas se conmemora su 20º aniversario.

Por este motivo, Demócrata recupera el discurso con el que Zapatero pidió la confianza a la Cámara para ser investido presidente del Gobierno según lo previsto en el art. 99.2 de la Constitución y en el 171.2 del Reglamento del Congreso.

Propuesta de candidato a Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, por el Rey don Juan Carlos | CONGRESO

Los pilares de Zapatero

A pesar de que los candidatos a la presidencia no tienen límite de tiempo, Zapatero no se extendió más de una hora en la tribuna de oradores. Estructuró su discurso en cinco ejes: la renovación de la vida pública, la política exterior, la modernización e impulso de la economía, las políticas sociales y de igualdad y la ampliación de los derechos civiles.

En el primero de ellos y que más debate suscitó en las posteriores réplicas, llamó al consenso del resto de partidos para reforma el Reglamento del Congreso y del Senado y elaborar nuevos estatutos para los medios de comunicación públicos (RTVE y EFE) bajo la premisa de «liberar del control del Gobierno al que tradicionalmente han estado sometidos».

Zapatero se compromete a garantizar la independencia de los medios públicos

Por la reforma constitucional

El candidato a la presidencia apostó por una reforma parcial de la Constitución con el fin de adaptarla al principio de no discriminación a la mujer en relación a la sucesión de la Corona, «pero sin alterar las previsiones que afectan al Príncipe de Asturias», para consagrar la denominación de las CCAA y las Ciudades Autónomos y con el fin de incorporar a su texto una referencia a la, finalmente fallida, Constitución Europea.

Un proyecto al que Zapatero dio mucha importancia y calificó como «un hito en el proceso de paz, libertad, progreso y bienestar, en cuya implantación y desarrollo estamos empeñados los europeos».

Vista general del hemiciclo durante la intervención de Zapatero | CONGRESO

Sobre la cuestión autonómica, insistió en que su visión de España descansaba «en el reconocimiento de su pluralidad como un valor constitucional» y se comprometió a apoyar las propuestas de reformas de los Estatutos de las CCAA.

El líder socialista defendió en su discurso que no consideraba que, con su llegada al poder, «todo volvería a comenzar» y añadió que, aunque discrepaba de algunas decisiones del Gobierno anterior, «creo también que ha puesto en marcha iniciativas que han contribuido al progreso de nuestro país».

Zapatero considera que «la reciente historia de España es un proceso compartido»

En esta línea y tras asegurar que como país no podríamos permitirnos «el derroche de desaprovechar la experiencia acumulada», anunció un proyecto de ley para incorporar al Consejo de Estado, como vocales natos y permanentes del mismo, a los expresidentes del Gobierno.

La guerra de Irak

El segundo tema al que dedicó «particular atención» fue la política exterior en la que instó a recuperar un consenso que «nunca debió romperse». Zapatero adelantó los puntos calientes de su Gobierno en esta materia: Latinoamérica y Marruecos.

En relación a la primera, llamó a recuperar la presencia institucional, política, cultural y económica de España en esos países «con el fin de contribuir a la proyección definitiva de sus pueblos, consolidar la democracia en todos sus países y sentar con ellos bases reales para la actualización, modernización y eficacia de nuestra comunidad de naciones».

A Marruecos lo definió como un socio que «exige y merece una atención preferente» con el objetivo de lograr un «entendimiento profundo». También se pronunció sobre la Guerra de Irak y la retirada de las tropas:

El candidato apuesta por la «diplomacia preventiva frene a la guerra preventiva»

Subida del SMI a 600€

Muy aplaudidos por la bancada socialista fueron las medidas en materia de políticas sociales, igualdad y derechos civiles. Entre las propuestas de Zapatero destacó el plan de atención atención y ayuda a las personas dependientes, «que constituirá la primera actuación en materia de servicios sociales concebidos como derecho de ciudadanía» y que acabaría cristalizando en ley.

Otro de los anuncios estrellas fue la intención del futuro ejecutivo de elevar progresivamente el SMI hasta alcanzar los 600€ mensuales al concluir la legislatura (en abril de 2004 estaba por debajo de los 500€).

La bancada socialista durante la intervención del candidato | M.POVEDANO-CONGRESO

Las políticas de igualdad muy presentes en su programa electoral también destacaron en su discurso, donde se refirió a la «violencia doméstica» como «la mayor vergüenza nacional de nuestro tiempo» y anunció una ley para paliarla:

Zapatero reivindica la lucha por la igualdad

Para cerrar este último bloque, Zapatero prometió desde la tribuna para los homosexuales y los transexuales «la misma consideración pública que los heterosexuales», es decir el derecho al matrimonio. Una reivindicación del colectivo que dejó de serlo en 2006 y que colocó a España a la cabeza de los derechos civiles.

El candidato finalizó su discurso aludiendo al mantra que señaló había marcado su vida: «Algunas utopías merecen ser soñadas; no las alcanzaremos todas, pero nos marcarán el rumbo por el que hay que avanzar (…) Ese ideario es breve, un ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes».

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