Sin sorpresas. El Congreso no concedió al Gobierno una última alegría antes de cerrar por Navidad. Tumbó, como ya hizo hace dos semanas, la senda de estabilidad presupuestaria con los objetivos de déficit y deuda de las administraciones públicas.
La vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero, llegó a la Cámara asumiendo la derrota. Defendía la senda por imperativo legal –tras un rechazo, el Gobierno tiene un mes para defender una nueva—pero ya sabía que perdería. “Por segunda y última vez”, remarcó ante el Pleno.
Por recordar
La senda rechazada es la misma que fracasó hace dos semanas: un déficit del 2,1% del PIB para 2026; del 1,8% en 2027 y del 1,6% en 2028, siendo la Administración General la que más margen recaba. La vicepresidenta justificó que, del 1,8% de margen que se reserva para el próximo año, 1,4% corresponde a transferencias hacia la Seguridad Social, por lo que el desequilibrio únicamente se quedaría en el 0,4%.
En el caso del subsector autonómico, el margen ofrecido y rechazado era de una décima para cada uno de los tres años, permitiendo un margen adicional de 5.500 millones de euros, razón por la cual Montero considera “difícil de comprender por qué el PP vota en contra”. “Gobierna en la mayor parte de territorios y podría disponer de mayor volumen de recursos”, arguyó.
Debilidad y escándalo
“No ofrece más recursos a las comunidades autónomas, ofrece que se endeuden más”, respondió minutos más tarde el ‘popular’ Juan Bravo, que atizó a la titular de Hacienda por su incapacidad para aprobar nuevos Presupuestos.
También por la cascada de registros y detenciones en las últimas horas en torno a la investigación del ‘caso Cerdán’ y el rescate de Plus Ultra, incluido un expresidente de la SEPI nombrado por ella misma: “Todas las personas de su confianza hoy están investigadas por la corrupción que les rodea”.
Junts, sin rodeos
No anduvo con rodeos Josep Maria Cruset, portavoz económico de Junts en el Congreso: “Ni objetivos hoy, ni Presupuestos mañana”, espetó, para cerrar una breve intervención en la que recordó a la vicepresidenta que la senda presentada, la misma que su grupo enterró hace dos semanas, no incorpora ni sus peticiones ni los cambios demandados por el Parlament para una distribución diferenciada del margen fiscal.
“No va a haber sorpresa en las Gaunas”, ironizó Oskar Matute, de Bildu, que defendió tramitar la senda con el fin de dar pie a unos nuevos Presupuestos que permitan mejores condiciones sociales para los trabajadores.
Recado de Sumar al socio ‘grande’
Un discurso similar al del portavoz económico de Sumar, Carlos Martín, en clave presupuestaria y con recado a su socio ‘mayor’. Martín pidió aprovechar “hasta el último euro de los fondos europeos”, días después de la renuncia del Gobierno a solicitar nuevos préstamos del Plan de Recuperación.
El diputado de Sumar pidió desarrollar una política industrial, de mejora del sistema tributario para hacerlo más redistributivo y poner el foco en la crisis de vivienda y en la población más vulnerable, y no en «absurdas obligaciones militares». El dilema, defendió, pasa por “seguir siendo periferia o avanzar hacia el centro”. «O ser soberanos o seguir intervenidos». Su «fórmula infalible», dijo, «gasto e inversión pública bien empleados».











