El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha evitado este martes concretar si pactarán con Aliança Catalana (AC) tras las municipales de 2027 pero ha dejado claro que hay «principios y líneas rojas» que no traspasarán.
«Un pacto no puede ser a costa de cualquier cosa. En Junts tenemos unos principios políticos a los que no pensamos renunciar. La idea de que Cataluña es un solo pueblo y el respeto a derechos y libertades fundamentales son la base de cualquier acuerdo político», ha destacado en un acto organizado por el Diari de Barcelona en la Universitat Pompeu Fabra.
Al preguntársele si AC cumple estos preceptos, ha admitido haber escuchado discursos y posicionamientos de dicha formación que los incumplen, «y no se esconden de ello».
«Lo he visto y ya está. Pero no queremos ser alternativa a AC, queremos ser alternativa al Govern de Salvador Illa», ha proclamado Turull, tras constatar que son la primera fuerza municipalista de Cataluña y el principal partido de la oposición en el Parlament.
Por ello, ha asegurado que de posibles acuerdos tras las elecciones municipales hablarán al día siguiente de los comicios, y que entonces ya abordarán futuros pactos y para qué deben hacerse «porque la política municipal es muy poliédrica y compleja».
CEO
Después de que la encuesta del Centro d’Estudis d’Opinió de la Generalitat (CEO) recogiera que Junts empataría con AC en tercera posición en unas elecciones catalanas, ha insistido en que están acostumbrados a pronósticos negativos pero no dirán «cosas por cuatro votos para que luego se les pueda caer la cara de vergüenza».
Así, ha avisado de que será una «operación fracaso» los que intenten que Junts mire hacia otro lado porque están convencidos de su proyecto político y de que ganarán la batalla, ha dicho textualmente.
PUIGDEMONT
Además de vaticinar que la posible vuelta a Cataluña del expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, representará una sacudida, ha reivindicado su liderazgo al que no renunciarán, pese a añadir que no tienen este debate en el partido.
También ha defendido la incidencia política que siguen teniendo en el Congreso pese a la ruptura con el PSOE, que ha justificado de nuevo porque «no se puede mantener el apoyo a alguien que no cumple».
Tras reiterar que votarán en contra de todo lo que consideren que va en contra de Cataluña, ha emplazado de nuevo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a explicar cómo seguirá adelante con la legislatura, y ha asegurado que no han hablado con PP y Vox para abordar posibles escenarios alternativos.
JORDI PUJOL
Para Turull, el juicio al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol es un intento de «escarnio» a su figura, pese a constatar que es el primer interesado en que se celebrara el proceso judicial para aclarar lo ocurrido.
Más allá del estado de salud del expresidente catalán, ha opinado que de la Audiencia Nacional se puede esperar poco: «La AN viene del Tribunal de Orden Público, un tribunal franquista. Lo que se debería hacer con la AN es cerrarla porque no tiene precedentes en ámbitos de la justicia europea».
«Y el Supremo se ha contaminado de esta dinámica de la AN», ha lamentado el secretario general de Junts, tras criticar que, tras más de diez años de instrucción, ahora busquen una imagen de humillación..
Sobre la dimisión Álvaro García Ortiz como fiscal general del Estado, cree que con ello los socialistas prueban el «lawfare» que, a su juicio, sufrió el independentismo.
«Me preocupa mucho. Ha habido una rebelión de poder judicial contra el legislativo y el ejecutivo. Cuando vi que denunciaban a Ortiz por filtraciones a la prensa y que debería sentarse en el banco de los acusado pensé que era una broma», ha subrayado.
Y es que, según Turull, en el juicio del 1-O siempre conocía cualquier novedad, incluso la sentencia, por filtraciones y no por su abogado, por lo que cree que el tribunal que le juzgó «debería estar sentado» en el banco como García Ortiz.
