El Consistorio de Valencia ha entregado sus objeciones al proyecto de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que busca mejorar la resiliencia ante inundaciones en zonas afectadas por la dana en la Comunitat Valenciana. Su meta principal es «evitar los muros que favorecieron las inundaciones de las pedanías del sur durante la dana del 29 de octubre».
Las iniciativas propuestas incluyen la creación de áreas de almacenamiento controlado de agua cerca de las líneas ferroviarias de la pedanía de La Torre para mitigar daños por inundaciones y la extensión del canal del Ribás como un azarbe en las pedanías del Forn d’Alcedo y Castellar, según expone el ayuntamiento.
El 23 de junio, la CHJ publicó este plan para consulta pública durante un mes. El Ayuntamiento de Valencia ha revisado el plan hidráulico y los impactos en el territorio afectado por la dana, sugiriendo mejoras para optimizar las medidas de prevención y acción.
Adicionalmente, el ayuntamiento solicita incluir a individuos, comunidades de propietarios y entidades privadas en las ayudas para edificaciones que necesiten ajustes correctores. Subraya la importancia de un análisis integral de las cuencas de los barrancos de Poyo y de la Saleta para planificar acciones que reduzcan el riesgo de desbordamientos a ambos lados del nuevo cauce del río Turia.
ACCIONES PREVENTIVAS
Las propuestas del Ayuntamiento están orientadas a prevenir y disminuir el impacto de futuras danas o episodios de lluvias intensas. En La Torre, «el propio plan de la CHJ indica que la zona junto a las vías del ferrocarril de Xàtiva es donde se registró la mayor inundación, debido a la altura de los taludes del ferrocarril y su falta de permeabilidad».
Por esta razón, el Ayuntamiento propone «la ejecución de zonas de almacenamiento controlado en las áreas longitudinales a las vías del ferrocarril, reforzadas con depósitos reticulares subterráneos, y conexión mediante gravedad al nuevo cauce del Turia». También sugiere mejorar la permeabilidad de la vía en puntos adicionales y en la zona de huerta no industrial.
En cuanto a Forn d’Alcedo, «como indica el plan», este lugar tiene un punto crítico de acumulación de agua cerca del muro del ramal de la V-30 con la V-31, donde la complejidad del nudo de carreteras complica la permeabilidad del área. Se propone una solución integral para ambas pedanías: extender el canal del Ribás como azarbe en el margen derecho, «tal como está en el margen izquierdo», aunque algunos tramos cercanos a las viviendas se preverán enterrados. Esto ayudaría a manejar el drenaje de Forn d’Alcedo y también de Castellar, ya que el canal actualmente desemboca en el nuevo cauce del río Turia y dirige el agua directamente al mar.
Carlos Mundina, concejal de Ciclo Integral del Agua, menciona que las intervenciones de recuperación propuestas en el plan de la CHJ «son actuaciones que se están implementando o ya finalizadas» y que las de prevención «se centran en recuperar el dominio público hidráulico y soluciones basadas en la naturaleza, incluyendo el desvío de las aguas del barranco de la Saleta en Aldaia y la vía verde al nuevo cauce del Turia, además de la alegación del Ayuntamiento de Valencia, que ha sido bien recibida por el organismo de cuenca».
ANÁLISIS CONJUNTO DE LOS BARRANCOS
En relación a la ‘Vía verde del barranco del Poyo y desvío a nuevo cauce del Turia’, el Ayuntamiento sugiere que «se requiere de un análisis conjunto de las cuencas de los barrancos Poyo y Pozalet-Saleta y sus posibles desvíos al nuevo cauce del Turia, donde se evalúen todas las alternativas cuyo condicionante principal sea que no incremente el riesgo de desbordamiento del nuevo cauce en ambos márgenes». Además, recalca que la adecuación del nuevo cauce del Turia debería coordinarse antes de la conexión del barranco del Poyo, prevista para 2026, y realizarse simultáneamente.