El partido Vox, formando parte del gobierno municipal de València junto al PP bajo la alcaldía de María José Catalá, ha rechazado la Ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad, acatando una directiva de su dirección nacional presidida por Santiago Abascal, según fuentes internas reportadas a Europa Press.
Esta decisión se alinea con la postura de Vox en otras ciudades donde se ha debatido la implementación de las ZBE, considerándolas una respuesta a lo que ven como “directrices abusivas de Bruselas” que restringen las “libertades” ciudadanas. A pesar de haber votado previamente a favor en la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento el 21 de octubre, la cohesión se rompió en el pleno municipal, donde Vox se alineó con la oposición para rechazar la medida.
En el pleno, el portavoz de Vox y segundo teniente de alcalde, José Gosálbez, expresó su oposición a la ZBE citando la “libertad de movimiento” y el “derecho a elegir su medio de transporte”. Gosálbez criticó la iniciativa como una imposición de las políticas climáticas de Bruselas y del gobierno de Pedro Sánchez, resaltando que estas zonas son una directa consecuencia de “políticas de fanatismo climático”.
Antes del pleno, la orden de rechazar la ZBE fue comunicada al grupo municipal. José Antonio Fúster, portavoz nacional de Vox, declaró ese mismo día la intención del partido de oponerse institucionalmente a las ZBE y al aumento de tarifas de basura, además de presentar mociones para eliminar sanciones ya impuestas, afirmando que “No seremos cómplices” de lo que describió como robos y estafas del sistema.
















