Los agricultores critican a la Comisión Europea por el nuevo acuerdo con Marruecos

Los productos del Sáhara Occidental tendrán las mismas preferencias arancelarias que los del Reino Alauí

Los tomates son uno de los principales productos hortofrutícolas que exporta Marruecos a la UE.

Los tomates son uno de los principales productos hortofrutícolas que exporta Marruecos a la UE.

El sector agrario europeo recibió el pasado 2 de octubre otro varapalo por las negociaciones comerciales de la Unión Europea con terceros países: la Comisión decidió editar un nuevo “Acuerdo en forma de Canje de Notas” con Marruecos para ampliar sus preferencias arancelarias a aquellos productos procedentes del Sahara Occidental.

De esta forma, tras los aranceles de Trump, la ratificación de Mercosur y el acuerdo con Indonesia, llueve sobre mojado para los agricultores y ganaderos de la UE.

Según la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas, FEPEX, este acuerdo implicará «un fuerte crecimiento de las exportaciones procedentes de esta área a la Unión Europea, en detrimento de las comunitarias». Además, indica que también favorecerá la confusión entre productos saharauis y marroquíes para los consumidores.

Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, expresó su más enérgico rechazo al acuerdo, aludiendo a la falta de transparencia del pacto, advirtiendo sobre su legalidad y anunciando el impacto negativo que puede tener sobre el sector hortofrutícola europeo, además de vulnerar el derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro. El responsable de Frutas y Hortalizas en COAG, el almeriense Andrés Góngora, afirmó que que “se crea un precedente muy peligroso al modificar un acuerdo internacional, que afecta directamente a miles de agricultores europeos, sin consultar al sector, sin una evaluación del impacto y sin la aprobación del Parlamento Europeo”.

En un comunicado, el COPA-Cogeca, (entidad que agrupa a todas las organizaciones y cooperativas de agricultores de los 27) instó a las instituciones comunitarias a reconsiderar este acuerdo, exigiendo transparencia en el etiquetado de los productos y pidió que se sea coherente con los principios de derecho internacional.

Con etiqueta de origen

Las buenas relaciones entre la Unión Europea y Marruecos son fundamentales, sobre todo en la comercialización de productos agrícolas. Desde el año 2000 en el que el «Acuerdo de Asociación» estableciera unas reglas de juego basadas, principalmente, en el intercambio de «tomates por peces», la Unión Europea permite la entrada de importantes contingentes de productos hortícolas marroquíes a cambio de que las flotas europeas (la más importante es la española), puedan pescar en los caladeros de la costa marroquí.

Sin embargo, dicho acuerdo, tal y como señaló el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, no cubre el Sáhara Occidental, que es un territorio distinto al del Reino de Marruecos. Por ello, hace más de un año, dicha institución sentenció que cuando Marruecos comercializaba productos saharahuis se violaba el principio de autodeterminación del Sahara Occidental.

Un año después de dicha sentencia (el plazo expiraba el 4 de octubre), la Comisión Europea decidió sortear la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y resolver el problema sobre los productos procedentes del Sahara mediante un ajuste legal: un nuevo acuerdo mediante el cual, las mercancías originarias del Sáhara Occidental recibirán el mismo trato preferencial que las de Marruecos, siempre y cuando estén sometidas al control de las autoridades aduaneras marroquíes y se identifiquen con una referencia su lugar de procedencia.

Asimismo, según publicaba el Boletín Oficial del Estado, en dicho acuerdo la UE también se compromete a proporcionar a la región un paquete de financiación destinado al regadío, la energía, la lucha contra la desertificación y la desalinización del agua y también reforzará la ayuda humanitaria a los campamentos de Tinduf.

La Comisión Europea considera que este acuerdo refuerza su relación con el Reino de Marruecos, a pesar de las quejas de los agricultores. El documento todavía no ha sido firmado, ya que antes debe recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo de Ministros.

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