Ebro Foods ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su beneficio neto ha alcanzado los 154,3 millones de euros en los primeros nueve meses del año, lo que representa una disminución del 8,8% en comparación con el mismo periodo del 2024. Este descenso se atribuye a diversas causas como el efecto adverso del tipo de cambio, el incremento de los intereses tras la refinanciación de su deuda y un aumento en la carga fiscal debido a una liquidación societaria.
La cifra de negocio neto de la empresa se sitúa en 2.275,9 millones de euros, marcando un descenso del 3% respecto al año anterior. Este retroceso se debe principalmente a la caída de precios al consumidor, provocada por una disminución en los costos de las materias primas y la devaluación del dólar.
A pesar de un entorno de inestabilidad geopolítica, tensiones en el tráfico marítimo y la implementación de nuevos aranceles en Estados Unidos, Ebro ha logrado cerrar el tercer trimestre con resultados que no solo mantienen el buen ritmo del año anterior, sino que también son significativamente superiores a los de 2023. En este periodo, el Ebitda ajustado ha experimentado un aumento del 1,1%, alcanzando los 311,5 millones de euros, un récord histórico para la compañía.
La deuda neta de Ebro se ha reducido en 14,6 millones de euros respecto al cierre de 2024, situándose en 578,4 millones de euros, tras una inversión en capex de 94,8 millones de euros y los pagos de dividendos anuales que suman 111,6 millones de euros.
Por otro lado, el sector arrocero ha mostrado un rendimiento positivo este trimestre, con un descenso en la cifra de ventas de casi el 4% en los primeros nueve meses, mientras que el Ebitda-A ha crecido un 3,3%, ubicándose en 249,4 millones de euros. A nivel global, el mercado de arroces enfrenta una tendencia bajista, con precios en Asia y Sudamérica en mínimos históricos, lo que ha afectado la actividad en los mercados de grano largo. Solo un aumento de aranceles por parte de la UE y la aplicación de cláusulas de salvaguardia para los países EBA podrían proteger a los agricultores europeos.
En España, la campaña arrocera ha sido generalmente favorable, aunque en Valencia las condiciones meteorológicas adversas han reducido significativamente la producción de variedades tradicionales, favoreciendo el cultivo de arroces de tipo largo. En Estados Unidos, Riviana se ha preparado para enfrentar los nuevos aranceles de la Administración Trump ajustando gradualmente los precios para 2026.
Respecto a la división de pasta, Ebro ha alcanzado ventas por 511 millones de euros, manteniéndose estable respecto al año anterior, aunque el Ebitda-A ha disminuido un 5,4%, situándose en 75,1 millones de euros. Este segmento ha enfrentado un trimestre complicado por el aumento de costos en materias primas clave como huevos y lácteos, la implementación de nuevos aranceles estadounidenses y la depreciación del dólar.
La compañía anticipa cerrar el año con un Ebitda-A entre 412 y 418 millones de euros, estableciendo un nuevo récord, a pesar de un impacto negativo previsto de -5 millones de euros por el tipo de cambio al final del año, en un mercado internacional muy competitivo con precios bajos en Asia y Sudamérica.
