La Unión Europea cerró en la madrugada de este sábado un acuerdo sobre el reparto de las cuotas de pesca en aguas comunitarias que permite a la flota española del Mediterráneo mantener en 2025 sus 143 días de faena, siempre que se conserven las actuales medidas de protección medioambiental. En lo que respecta al boquerón en el golfo de Cádiz, se aprueba un incremento del 60%, al pasar de 7.266 a 11.639 toneladas, de las que prácticamente la totalidad, el 98%, se asignan a las flotas de Cádiz y Huelva. Además, para el periodo 2026-2028 se ha dado luz verde a una subida del 17% en la cuota de atún rojo, que se sitúa en 7.938 toneladas, es decir, 1.155 más que en el presente ejercicio.
Tras la conclusión de las negociaciones entre los Estados miembros y la Comisión Europea, el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, subrayó el “éxito evidente” del compromiso alcanzado para el Mediterráneo, destacando el esfuerzo realizado por el sector y defendiendo que la flota no tendrá que asumir nuevas restricciones adicionales. El titular del ramo admitió que las conversaciones han sido “más difíciles” este año que en ejercicios anteriores, debido a la propuesta de partida especialmente restrictiva presentada por el Ejecutivo comunitario.
Planas remarcó que España consolida así el nivel de esfuerzo previsto para 2025, incorporando los 13 días suplementarios logrados al final del año pasado a los 130 días que ya se habían pactado para la campaña actual.
La Comisión Europea había planteado inicialmente un recorte del 65% en los días de actividad, hasta apenas 9,7 días, con la opción de recuperar un nivel de esfuerzo similar al de 2024 —en torno a 130 días— si se aceptaban nuevas medidas de compensación, una condición que tanto el Gobierno como el propio sector miraban con desconfianza.
Además de las puertas voladoras y la modificación de las mallas aplicadas durante este año, Bruselas propuso vedas a la pesca de arrastre de gamba roja por debajo de los 600 metros de profundidad, así como un veto al arrastre en fondos inferiores a 800 metros.
Finalmente, el bloque comunitario optó por prorrogar para el próximo año los límites de captura de 2025 para la gamba roja en aguas españolas y francesas, y adoptar un criterio similar para especies equivalentes en aguas italianas.
Misma cuota de merluza y ajustes en lenguado y abadejo
En el Atlántico, España ha logrado suavizar los recortes que la Comisión Europea planteaba inicialmente para varias especies. En el caso del lenguado del Cantábrico, la rebaja propuesta del 28% se ha quedado en un 9% final, mientras que el lenguado del golfo de Vizcaya tendrá una reducción del 1%. Una situación parecida se da con el abadejo, que finalmente verá disminuir su cuota un 13%, frente al recorte del 26% que se había sugerido en un primer momento.
En cuanto a la merluza, la especie más representativa y valiosa de los caladeros ibéricos, España conserva para el próximo año el mismo cupo, de modo que los buques podrán seguir capturando 17.445 toneladas. Planas calificó esta cifra de “magnífica” a su llegada al Consejo de ministros europeos.
Por otro lado, la anchoa del Cantábrico registra una subida cercana al 8%, mientras que los barcos que operan en el Golfo de Cádiz dispondrán de un 60% más de cuota de anchoa que en la campaña actual.
En el caso del rape, se ha acordado una disminución del 2% en las capturas autorizadas, al tiempo que la cuota de gallo aumenta un 11%. Para el jurel en aguas ibéricas se prevén ligeros ajustes, según detalló Planas en la rueda de prensa ofrecida en Bruselas para explicar el resultado final de las conversaciones sobre las cuotas pesqueras.
Malas perspectivas para caballa, bacaladilla y cigala
En el lado negativo se sitúa la caballa, una especie pendiente aún de acuerdos de reparto con Estados costeros como Islandia o Noruega. Siguiendo el dictamen científico, la UE ha fijado límites de captura provisionales para los seis primeros meses de 2026, con una reducción del 70% mientras se alcanza un pacto definitivo. Para la flota española, la cuota provisional entre febrero y marzo será el 90% del total que le corresponda en el reparto.
En la misma línea, la pesquería de bacaladilla afrontará en el próximo año un recorte del 41%, quedando el total máximo de capturas en 59.321 toneladas.
Otra noticia desfavorable afecta a la cigala del golfo de Cádiz, cuya cuota se verá sometida a un recorte cercano al 50%. El propio Planas reconoció su malestar por no haber podido revertir este ajuste: “hemos conseguido notables éxitos, pero también a veces nos queda alguna espina”.











