Andalucía implementa estrategia con múltiples especies de insectos para controlar el trips en cultivos de pimiento

La RAIF de Andalucía lanza un protocolo con diez tipos de insectos para combatir el trips en pimientos, afectando cultivos en Almería.

La Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de Andalucía ha presentado una estrategia de control biológico diseñada específicamente para combatir la amenaza del Thrips parvispinus, conocido como trips de tabaco, que esta temporada afecta gravemente a las plantaciones de pimiento en los invernaderos almerienses. El plan incluye la utilización de una variedad de diez insectos y ácaros depredadores para intentar detener la propagación de esta plaga, que ha forzado la destrucción de cultivos completos en su punto máximo de producción.

En un esfuerzo coordinado durante la Mesa Técnica de Sanidad Vegetal en Almería, y con la colaboración de empresas de control biológico, se ha establecido un protocolo que estipula intervenciones en siete etapas del desarrollo de la planta, adecuando las acciones a las peculiaridades biológicas y de comportamiento de esta especie de trips, que difieren de las variedades más comunes.

Según el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, se propone un enfoque preventivo y secuencial, adaptado a las fases fenológicas del cultivo. Este enfoque incluye el uso de hasta diez diferentes especies de insectos y ácaros, destinados directamente a combatir tanto al trips como a la araña roja. También se prevén medidas para el manejo de los suelos con la introducción de organismos específicos.

Durante las primeras etapas, desde antes del trasplante hasta la tercera semana, se aconseja colocar trampas cromotrópicas azules y crear islas de biodiversidad con plantas que aporten néctar y polen. Además, se enfatiza el uso de plantones libres de enfermedades, mantener una humedad relativa por encima del 40% y aplicar productos fitosanitarios compatibles con los insectos auxiliares para no obstaculizar el control biológico.

Desde la tercera y cuarta semana hasta la floración, se recomienda la liberación de ácaros depredadores como fitoseidos, que pueden complementarse con ácaros en masa y alimento suplementario para asegurar su establecimiento. Con el inicio de la floración, se introducen depredadores clave como Orius laevigatus, con liberaciones semanales de hasta cuatro individuos por metro cuadrado, además del uso de Chrysoperla carnea contra pulgones y otros insectos. También se incluyen ácaros específicos para el control de la araña roja, como Amblyseius californicus y A. andersoni.

En otoño e invierno, se fortalece el control con la liberación de Transeius montdorensis y Amblyseius cucumeris, adaptados a bajas temperaturas y alta humedad. En áreas críticas, se aplican dosis elevadas de enemigos naturales para tratamientos focalizados.

El protocolo también abarca medidas para controlar las pupas en el suelo con depredadores edáficos como Atheta coriaria, Macrocheles robustulus y Stratiolaelaps scimitus, además de nematodos y hongos entomopatógenos en condiciones de alta humedad. Estas acciones son vitales en semilleros y suelos enriquecidos con compost.

El delegado territorial de Agricultura, Antonio Mena, ha subrayado la importancia del control biológico como herramienta principal en la lucha contra estas plagas, destacando que continúan las gestiones para obtener autorización del uso excepcional de materias activas fitosanitarias por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). A pesar de esto, Mena ha enfatizado que el control biológico ha logrado incrementar el prestigio y las exportaciones del sector agrícola andaluz.

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