La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG) ha vuelto a alertar sobre “la peor crisis de daños por fauna silvestre en décadas”, un escenario que, a su juicio, está haciendo “inviable” la agricultura en amplias áreas de la provincia.
Según trasladan desde la organización agraria, conejos, jabalíes, ciervos y corzos están destruyendo explotaciones, ocasionando siniestros en carretera y causando pérdidas económicas muy elevadas, mientras la Administración “no actúa con la urgencia y contundencia necesarias”.
El presidente de APAG, Juan José Laso, agricultor afectado, lo resume sin rodeos: “La caza deportiva no es la solución. Al contrario, en algunos sitios es un problema, porque lo que hay que hacer es gestionar las poblaciones para disminuir su número real, no para cazar más”.
Uno de los focos más graves se concentra en el conejo, cuya presencia “masiva” está arrasando cultivos de cereal y zonas completas del corredor del Henares. Laso, en declaraciones a Europa Press, ha subrayado que el origen del problema está en las propias infraestructuras: “Las madrigueras están en los taludes de carreteras y vías de tren. Ahí no se puede cazar, y por la noche salen y se comen los cultivos de al lado”.
Los agricultores señalan que hay hectáreas enteras que ya no resultan aprovechables para la cosecha. En numerosas fincas se han visto obligados a colocar vallados de alto coste que, pese a la inversión, no garantizan la protección de las parcelas, ha incidido el responsable de esta organización agraria, la más numerosa de la provincia.
Fauna mayor sin control: girasol abandonado y más riesgo en las carreteras
El conflicto se extiende igualmente a la caza mayor. En distintas comarcas se ha dejado de sembrar girasol porque jabalíes, ciervos y corzos acaban con las plantaciones. A ello se suma el impacto en la seguridad vial: “Por la provincia, de noche tienes un 50% de posibilidades de llevarte un corzo o un jabalí. Hay que ir a 40 kilómetros hora solo por miedo”, ha denunciado Laso.
Desde APAG reclaman a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que pase de las declaraciones formales de emergencia cinegética a medidas efectivas sobre el terreno. Entre sus propuestas figura autorizar la caza nocturna, permitir herramientas de control como las cajas trampa o el calibre 22 para conejos, habilitar la caza durante todo el año en las áreas declaradas de emergencia y vetar la eliminación de zorros, considerados depredadores naturales del conejo.
“Hay cotos donde sobran los conejos y aún así cazadores están matando zorros. Eso debe prohibirse”, ha insistido Laso. Al mismo tiempo, APAG exige que las administraciones, tanto estatal como autonómica, asuman la gestión de los animales que se multiplican en sus propios dominios: “Si las carreteras están minadas de bocas, son ellos los que tienen que descartar esos conejos. Están en su terreno”, ha recordado el presidente de la asociación.
Por su parte, el secretario general de APAG, Antonio Torres, representante en el Consejo Provincial de Caza, confirma que esta presión de la fauna ha llevado a numerosos agricultores a abandonar determinadas siembras, sobre todo las de primavera.
“Hay cultivos que ya no se pueden poner. En la zona de Sigüenza, por ejemplo, el girasol ya no se puede sembrar porque se lo come toda la caza”, ha lamentado. Torres ha descrito con crudeza la dimensión de un problema que se resume en que “la fauna salvaje está totalmente descontrolada”.
“No existe un equilibrio entre la agricultura y la fauna y eso está haciendo la actividad agrícola inviable”. Además, los daños reiterados están provocando que muchos productores se queden sin seguro agrario, ya que “si bien este cubre poco, al tercer parte te echan. No está hecho para un problema habitual, sino para algo puntual”, lo que, según coinciden Laso y Torres, coloca al sector en una situación de “total indefensión”.











