Asaja ha expresado su preocupación por que la cláusula automática de salvaguardia del arroz podría convertirse en “papel mojado” si los umbrales de activación propuestos por la Presidencia danesa del Consejo de la UE son excesivamente altos, tanto en los contingentes arancelarios como en cifras.
“Si se colocan cifras imposibles de alcanzar, es como si no se hubiera hecho nada”, destaca la organización agraria en un comunicado. La Presidencia danesa tiene la intención de finalizar este asunto rápidamente dentro del régimen preferencial, añaden desde Asaja.
La organización agraria insta a los Estados miembros y a la Comisión Europea a no manipular las cifras para hacer ineficaz e inaccesible la cláusula, y a implementar un mecanismo verdaderamente efectivo, “capaz de proteger a los arroceros españoles y europeos frente a la competencia desleal de las importaciones masivas de Camboya y Myanmar”.
“La propuesta en discusión es mejor que la situación de partida, al recoger numerosas mejoras defendidas y negociadas con el apoyo del Parlamento Europeo en estrecha colaboración con el sector”, señala Asaja, que “reconoce y apoya plenamente la presión” ejercida desde el Parlamento para que los umbrales reflejen la realidad del mercado y “no se conviertan en un obstáculo insalvable para activar la salvaguardia”.
Según los datos del sector arrocero, hasta agosto de 2025, las importaciones de arroz sumaban 1.586.000 toneladas, casi 70.000 más que el año anterior, de las cuales 522.000 toneladas procedían de Camboya y Myanmar. Este incremento ha llevado a una reducción de más del 15% en los precios percibidos por los arroceros españoles en los últimos meses.
Ante esta realidad, Asaja exige que “se perfeccione” la cláusula de salvaguardia para convertirla en un auténtico instrumento de defensa y no solo en un señuelo. “La UE no puede permitir que las necesidades políticas de cerrar un acuerdo rápido se impongan a la protección de un sector estratégico como es el cultivo del arroz”, concluye la organización.