La Consejería de Medio Rural y Política Agraria de Asturias ha dado luz verde este viernes para que, como parte de una estrategia de manejo, los cazadores en reservas afectadas por daños significativos al ganado doméstico, tengan permiso para abatir lobos durante las cacerías destinadas a otras especies.
Esta disposición, integrada en el plan de manejo del lobo, busca mejorar la eficacia de las intervenciones. Se implementará en aquellas reservas donde los informes recientes, que abarcan de enero a agosto de este año, indican un incremento en los ataques a ganado.
Además, en una primera etapa, se ha solicitado a los cotos de caza más impactados que incluyan a su personal de vigilancia en estos operativos, colaborando directamente con los agentes del Medio Natural de la región.
En el marco del Plan de Gestión del Lobo, que ha sido reactivado tras la exclusión del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Especial Protección (Lespre), se ha autorizado la caza de hasta 53 lobos, partiendo de una población mínima estimada de 345 animales en Asturias.