La Sierra Norte de Guadalajara está experimentando un incremento en los ataques de lobos al ganado, generando alarma entre los ganaderos de la región. La Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) ha registrado varios incidentes recientes que han resultado en la muerte de animales y han impactado negativamente en diversas explotaciones ganaderas.
Recientemente, se han reportado ataques en localidades como Gascueña de Bornova, donde se encontró un ternero muerto; en Miedes de Atienza, con cinco ovejas perdidas; en Bustares, otro ternero fue víctima; y en Cañamares, se lamentó la pérdida de una oveja y un cordero.
«El lobo está presente y va a seguir atacando», ha declarado Juan José Laso, presidente de APAG, a Europa Press, señalando además que las ayudas gubernamentales son «insuficientes» y que es necesario un mayor apoyo para poder coexistir con esta especie.
Los ataques no solo se traducen en pérdidas económicas, sino también en un considerable estrés emocional para los ganaderos, muchos de los cuales manejan explotaciones familiares y viven en constante preocupación por el bienestar de su ganado, según fuentes de la organización agraria.
Fernando Moreno, presidente de la Asociación de Ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara, ha explicado que este repunte de ataques se debe a que las lobas están enseñando a cazar a sus crías, incrementando la actividad depredadora en la zona. Además, ha criticado las medidas compensatorias actuales, argumentando que «no cubren la realidad del daño» y que las indemnizaciones suelen ser insuficientes y tardías.
Desde la Asociación de Ganaderos, se solicita una revisión de los protocolos de gestión del lobo y la implementación de estrategias efectivas para asegurar una convivencia armónica que no obligue a renunciar a la ganadería extensiva, esencial para el sustento del medio rural y la economía local.