Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha defendido este miércoles la necesidad de adoptar un renovado modelo de Política Agraria Común (PAC) en Europa, que asegure la ‘soberanía alimentaria’ y la ‘supervivencia’ del ámbito rural español, al tiempo que ha expresado su preocupación por la ‘pérdida de autonomía financiera’ y la ‘igualación a la baja’ en las ayudas europeas.
Durante su discurso en el cierre de un evento organizado por la Asociación de Jóvenes Agricultores de Madrid (ASAJA), Ayuso ha mencionado el reciente acuerdo firmado con entidades agrarias y cooperativas, que establece una postura común de cara a la PAC 2028-2034, resaltando que ‘Esto supone una voz única para el campo’, según las palabras de la dirigente.
La líder regional ha criticado la integración de la PAC en ‘un megafondo con otros programas’, una medida a la que se opone Madrid porque ‘supondría una pérdida de autonomía financiera’. Ha subrayado la necesidad de que el sector agrícola reciba más apoyo económico y menos reducciones presupuestarias.
Además, Ayuso ha abordado la problemática de la importación de productos agrícolas, señalando la ‘competencia desleal’ de naciones como Marruecos o Turquía, cuyos productos no cumplen los estándares laborales, sanitarios y medioambientales de Europa. Específicamente, alertó sobre los tomates marroquíes que ‘ya están superando a los tomates españoles en la Unión Europea’, y que se cultivan con pesticidas prohibidos en la UE.
Por otra parte, la presidenta ha reivindicado que las ayudas deben dirigirse a aquellos que laboran ‘todos los días de sol a sol’ y ha criticado el uso indebido de fondos públicos, especialmente en detrimento de pymes y empresas familiares, calificándolo de ‘una profunda injusticia y un abuso absoluto por parte de los Gobiernos’.
Ayuso también ha destacado la iniciativa de su gobierno para revitalizar el sector primario en Madrid, mencionando un plan que incluye 35 medidas para los próximos cinco años, destinadas a abordar desafíos como el relevo generacional y la modernización necesaria para aumentar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
Finalmente, ha garantizado que su administración continuará abogando en Bruselas para que el sector agrario español no sea tratado en igualdad de condiciones con países que no comparten similares circunstancias, apostando por ‘una España del futuro’ y asegurando una alimentación de calidad.











