Una investigación encabezada por el centro tecnológico Azti ha revelado que los residuos de uva, naranja y aceituna pueden tener un aprovechamiento secundario «como ingredientes locales». En la iniciativa han participado 14 entidades de España, Grecia y Egipto, que han trabajado en la conversión de estos subproductos en alimentos para animales, promoviendo así la sostenibilidad.
Después de cuatro años de esfuerzos colaborativos, el consorcio internacional, compuesto por 14 integrantes, ha logrado convertir estos residuos en piensos locales para la alimentación de ganado, con el objetivo de «reforzar la economía circular en el sector agroganadero del Mediterráneo» según Azti.
El proyecto, denominado Newfeed, ha sido coordinado por Azti y ha permitido desarrollar estos nuevos componentes alimenticios para rumiantes y aves. A través de métodos «innovadores» y pruebas realizadas tanto en laboratorios como en granjas, se ha mejorado la calidad nutricional de los subproductos, como el raspón de uva, la cáscara de naranja y la torta de aceituna, facilitando su inclusión en la alimentación animal sin afectar la salud o calidad de los productos derivados.
David San Martín, especialista en sostenibilidad alimentaria de Azti, ha enfatizado que «el uso de subproductos de la industria alimentaria como piensos secundarios transformará la producción ganadera en un sistema más sostenible, capaz de responder a la creciente demanda de carne, lácteos y huevos en la región mediterránea».
El consorcio ha explorado la aplicación de estas prácticas en España, Grecia y Egipto, ajustándose a las condiciones locales y colaborando estrechamente con empresas y centros de investigación para garantizar la viabilidad de estos modelos de negocio basados en la economía circular, que busca reducir tanto los costes de gestión de residuos como de insumos.