El sindicato de bomberos de la Comunidad de Madrid ha instado al Ejecutivo regional a intensificar las tareas de vigilancia y control frente a los brotes de gripe aviar detectados en distintos puntos de la región, ante el posible riesgo de contagio tanto para los equipos de intervención como para la ciudadanía.
Hasta la fecha, el Gobierno autonómico ha confirmado 21 focos de influenza aviar de alta patogenicidad. Según el sindicato, esta situación "amenaza seriamente la salud de la población", comenzando por los profesionales que actúan sobre el terreno en las áreas afectadas.
En este contexto, los bomberos reclaman la puesta en marcha inmediata de más medidas de carácter informativo, preventivo y terapéutico dirigidas a los operativos implicados en la eliminación de los focos. Entre sus demandas, subrayan la importancia de trasladar información precisa sobre el riesgo biológico al que se exponen tanto los efectivos como los vecinos de las zonas afectadas.
Los focos confirmados se localizan en municipios como Valdemoro, Móstoles, Alcorcón, Leganés, Fuenlabrada, dos en Madrid capital, Villamanrique de Tajo, Getafe, otros dos en Ciempozuelos, Torres de la Alameda, Chinchón, San Martín de la Vega, Getafe-Perales del Río, Boadilla del Monte, Arganda del Rey, Rivas-Vaciamadrid y Torres de Velasco.
Los episodios abarcan desde la aparición de cientos de cigüeñas muertas en la ribera del Manzanares hasta la confirmación del virus en aves de corral y aves cautivas, así como un positivo en un pavo real del parque del Retiro, en la ciudad de Madrid.
El sindicato valora que algunas de las decisiones ya adoptadas por el Gobierno regional van en la línea correcta, como la prohibición de utilizar aves como reclamo de caza, la restricción a la cría de aves de corral o la limitación del uso de agua procedente de depósitos abiertos. Sin embargo, insisten en que estas actuaciones deben ampliarse y reforzarse.
Esta nueva petición se produce pocos días después de que el colectivo solicitara el cese del director general de Emergencias, Pablo Cristóbal, por lo que consideran una gestión "deficiente" de los brotes, en la que incluyen la falta de información previa sobre el riesgo biológico asociado a la retirada de aves muertas infectadas por el virus.
De acuerdo con el sindicato, el seguimiento sanitario a los profesionales solo se puso en marcha después de que el problema apareciera en los medios de comunicación. Aun así, destacan como elemento positivo que, hasta el momento, no se hayan detectado síntomas compatibles con el contagio entre los bomberos que han participado en las intervenciones.