Este domingo, las cabras guisanderas de la Diputación de Ávila, una raza ‘autóctona y en peligro de extinción’, participarán en la Fiesta de la Trashumancia que tendrá lugar en Madrid. Este evento, que cumple 40 años, tiene como objetivo defender la importancia del medio rural, resaltando la ganadería extensiva y la conservación de la biodiversidad y vías pecuarias.
‘Nos unimos a una actividad con 40 años de trayectoria en la que se reivindican aspectos importantes del medio rural, como la ganadería extensiva, la conservación de la biodiversidad y de las vías pecuarias y los oficios tradicionales de nuestros pueblos, y para ello usamos un poderoso escaparate, como es la ciudad de Madrid’, ha explica el presidente de la Diputación, Carlos García.
Este rebaño único, que empezó con solo cinco animales hace más de tres años, ahora cuenta con 36 ejemplares, y es una muestra del compromiso de la institución con la preservación de este tipo de ganado. ‘Poner en valor todos los beneficios que tiene la ganadería extensiva y la vida rural’, son palabras de García, que también destaca la calidad de esta cabra para la producción de carne y leche.
Durante el evento, las cabras, junto a más de dos mil ovejas y otros rebaños, serán acompañadas por nombres tan peculiares como Orejitas, Sociable, Panzona o Carapintada. El ‘campamento base’ será en la Casa de Campo de Madrid, donde el ganado pastará hasta el domingo, cuando se dirigirán a la plaza de Cibeles para un acto de bienvenida por el alcalde José Luis Martínez-Almeida, pasando antes por puntos icónicos como la Catedral de la Almudena y la Puerta del Sol.
‘Queremos mostrar nuestra raza autóctona al mundo y destacar todo lo bueno que aporta, también incluso como ‘agente’ de desbroce de nuestros montes, tan castigados por el fuego’, concluyó García.