La Comunidad General de Usuarios (CGU) del Canal de Orellana ha finalizado la campaña de riego de 2025, logrando un consumo de agua notablemente reducido, el más bajo por hectárea desde 2019. Este año se caracterizó por una gestión de recursos hídrica sin precedentes, sin incidencias significativas y una administración de agua ‘más eficiente’, ahorrando 19,5 hectómetros cúbicos, lo que representa un 4,3 por ciento de la dotación inicial.
Según Luis Gutiérrez, presidente de la CGU, la campaña ha transcurrido ‘con absoluta normalidad’, utilizando eficazmente unos 430 hectómetros cúbicos de los 450 previstos. ‘Ha sido la campaña más larga de la que tenemos registro, prácticamente la mitad del año hemos estado prestando servicio y regando, cumpliendo nuestro objetivo principal: que todos los cultivos recibieran el agua necesaria’, destacó Gutiérrez.
El impacto de las lluvias de invierno y primavera fue ‘determinante’, acumulando ‘tres años de suministro’ y proporcionando una base sólida para futuras campañas. No obstante, la sequedad de otoño extendió los riegos hasta finales de octubre, con un incremento notable en el cultivo de olivar, que ahora abarca unas 8.000 hectáreas y requiere un riego más prolongado.
Juan Diego Fuentes, jefe de Explotación de la CGU, señaló que esta ha sido ‘la de menor consumo unitario por hectárea desde que la Comunidad General asumió la gestión del canal en 2019’. ‘El consumo por hectárea ha sido el más bajo de todos estos años, pese a que se han regado casi 2.500 hectáreas más que en 2024. Esto refleja una mayor eficiencia en el uso del agua y un trabajo coordinado entre agricultores, técnicos y personal de campo’, explicó.
La campaña extendida por 178 días, desde la primera captación de agua en primavera hasta el cierre del 17 de octubre, se convirtió en la más larga registrada. A pesar de un verano más caluroso, las estrategias de rotación de zonas de riego y otras medidas de ahorro permitieron mantener el consumo por debajo del de 2021, hasta entonces el año de referencia.
‘Somos conscientes de la importancia de seguir gestionando con responsabilidad los recursos hídricos. La experiencia de los años 2022 y 2023 nos ha hecho más prudentes, y esa filosofía de eficiencia va calando entre todos los usuarios’, concluyó Fuentes, reafirmando el ‘compromiso’ de la comunidad con una gestión ‘eficiente’ del agua y la sostenibilidad del regadío.















