La Junta de Castilla y León ha decidido este martes suprimir las medidas de control y vigilancia que seguían activas en las zonas delimitadas por los brotes de gripe aviar de alta patogenicidad detectados en explotaciones avícolas de la provincia de Valladolid, si bien continuará en vigor la prohibición de concentraciones de aves.
Según la resolución difundida este martes en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), quedan sin efecto las restricciones impuestas sobre los focos una vez cumplidos los plazos fijados en la normativa europea para levantar las medidas de control. Estos focos se registraron sobre todo en granjas situadas en el entorno del municipio vallisoletano de Olmedo, donde el primer positivo se comunicó el 19 de septiembre.
Con esta resolución, la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera da por concluidas las limitaciones a los movimientos y a la actividad productiva que afectaban a las explotaciones incluidas en los radios de protección (hasta 3 kilómetros) y de vigilancia (hasta 10 kilómetros) alrededor de los focos. La decisión se adopta una vez finalizadas las labores de limpieza, desinfección y los controles clínicos y de laboratorio, que establecen periodos mínimos de 21 días para las áreas de protección y de 30 días para las de vigilancia.
El texto igualmente deja sin efecto la resolución del 23 de octubre de 2025, por la que se fijaba un plan de vigilancia reforzada en un radio adicional de 20 kilómetros, aunque mantiene prorrogada la prohibición de organizar concentraciones de aves de corral o aves cautivas en todo el territorio de la Comunidad, una medida orientada a impedir nuevos episodios de contagio.
Esta última limitación continuará aplicándose mientras lo establezca la Orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que conserva el confinamiento obligatorio de las explotaciones avícolas como actuación preventiva frente al riesgo de propagación del virus.











