Desde este sábado 25 de octubre, la Junta de Castilla y León implementará una prohibición sobre la celebración de concentraciones de aves de corral y otras aves cautivas en toda la comunidad autónoma. Esta medida se toma para prevenir la expansión de la influenza aviar, dada la situación epidemiológica actual que incluye siete focos activos y ha resultado en el sacrificio de más de dos millones de aves.
Conforme a la Resolución de la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera, publicada en el BOCyL, se prohíben las concentraciones de aves en los centros de concentración de animales especificados en la Ley de sanidad animal, incluyendo eventos ganaderos, exposiciones y “cualquier otro evento que implique la concentración de aves de corral o de aves cautivas al aire libre”.
La normativa aclara que no se consideran aves cautivas aquellas en venta como mascotas ni las aves de corral en comercios para venta al por menor. La vigencia de estas restricciones será de 21 días naturales tras la declaración de un nuevo foco de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad, pudiendo extenderse según la situación sanitaria.
Además, se ha establecido un plan de control y vigilancia en una zona de restricción adicional en Olmedo (Valladolid) tras detectarse varios focos, afectando a un radio de 20 kilómetros alrededor de cada foco identificado. Las zonas se dividen en Zona de Protección, Zona de Vigilancia y Zona de Restricción Adicional, con diferentes medidas aplicables en cada una según las indicaciones del Reglamento de la Comisión y el Plan de Contingencia de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad.
En situaciones específicas, se permitirán movimientos controlados de aves, siempre que se cumplan estrictas medidas sanitarias y de seguridad, incluyendo inspecciones, limpieza y desinfección de instalaciones y vehículos de transporte, según dicten las autoridades competentes.













