Ante el reciente descubrimiento de la peste porcina africana en jabalíes en la provincia de Barcelona, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, ha transmitido un mensaje de ‘tranquilidad y de prudencia’ con el objetivo de frenar y erradicar este brote, ausente en España desde 1994.
Martínez Lizán ha resaltado las acciones preventivas tomadas por las distintas administraciones y por los ganaderos, ‘que están muy organizados, son muy profesionales y están implementando medidas de motu proprio para contener la enfermedad’. Además, ha indicado que los análisis en las granjas afectadas no han detectado el virus, lo que alienta esperanzas de contener la propagación con la ayuda conjunta de todos los sectores involucrados.
En Castilla-La Mancha, el consejero ha enfatizado la importancia de la ‘prudencia en la gestión de las explotaciones’ y la aplicación rigurosa de medidas de bioseguridad para prevenir la entrada del virus, subrayando la grave amenaza que supondría para la industria porcina, que podría perder hasta el ‘100 por cien de la cabaña ganadera vinculada al porcino’. La preocupación también se extiende al ámbito internacional, dado que países como México y Japón han cesado la importación de porcino español, aunque otros aceptan la zonificación, permitiendo comercio desde áreas no afectadas.
Esta mañana, se celebró una reunión del RASVE para coordinar las acciones entre las comunidades autónomas y el Ministerio, y esta tarde se realizará otra reunión telemática para informar y organizar la prevención y vigilancia en la región, liderada por la directora general de Ordenación Agropecuaria, Lydia Benítez, y los servicios veterinarios oficiales. ‘Esto es lo que podemos hacer, porque no hay vacuna ni tratamiento para el control de esta enfermedad y, por tanto, tenemos que ser muy precavidos para evitar la dispersión’, concluyó Martínez Lizán, subrayando la necesidad de implementar ‘los máximos criterios de control y de bioseguridad’.