Castilla-La Mancha se consolida como líder en la producción y área de cultivo de ajo en España, representando un 59,7% de la producción media en el periodo 2013-2023, siendo este subsector fundamental para la estructura social, económica, medioambiental y territorial de la región, donde las cooperativas agroalimentarias juegan un papel esencial.
Detalles del estudio sobre el ajo
El informe ‘Relevancia del subsector del ajo cooperativo en la economía de Castilla-La Mancha’, realizado por Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha con el soporte de la Fundación CooperActiva y parte del Programa de apoyo a la creación y al empleo de cooperativas y sociedades laborales, de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, ha sido presentado por Tomás Merino, responsable de Fundación CooperActiva, y Jesús Ángel Peñaranda, técnico sectorial, en un acto en el Centro de Capacitación Agraria de Las Pedroñeras, contando con la presencia de representantes de cooperativas agroalimentarias de ajo de la comunidad.
A nivel nacional, Castilla-La Mancha domina la producción de ajo, alcanzando casi el 60% del total en el periodo citado, seguida por Andalucía y Castilla y León. Albacete lidera la producción provincial con un 34,4%, seguida por Ciudad Real (12.2%) y Cuenca (11,6%). Respecto a la superficie cultivada, la región también ocupa el primer lugar a nivel nacional con un 67,8%, distribuida principalmente entre Albacete (33%), Cuenca (17,2%) y Ciudad Real (16,2%).
El documento enfatiza la relevancia de las cooperativas como mecanismo de cohesión social, económica y territorial, destacando que estas comercializan el 84% del ajo procedente de cooperativas españolas y generan 4.285 empleos, contribuyendo significativamente a la sostenibilidad social.
Impacto económico y desafíos del sector
Castilla-La Mancha destaca en el cooperativismo del ajo albergando 13 de las 23 cooperativas españolas, y comercializando el 84% del ajo cooperativo del país. A pesar de su fortaleza estructural, el sector enfrenta desafíos importantes como el relevo generacional, con solo 97 jóvenes incorporados recientemente, el dato más bajo de España. El valor de mercado del ajo en la región ha aumentado un 5,9% ajustado por inflación entre 2010 y 2022, aunque el agricultor solo percibe un 25,4% del precio final, resaltando el papel vital de las cooperativas en la estabilización de los precios de mercado y en el progreso de la cadena de valor.
En el ámbito del comercio exterior, el estudio muestra una gran dependencia del mercado nacional, con el 77% del producto consumido en España y apenas el 3% exportado fuera de la UE. La competitividad en precio entre exportaciones e importaciones presenta desafíos, con precios de 2,1 euros/kg frente a 2,3 euros/kg, enfrentando problemas que limitan la competencia a nivel UE.
Contribución al medio rural
El cultivo de ajo es esencial para la economía de los pueblos rurales, donde las cooperativas están establecidas, siendo clave en la conservación social y territorial, con más del 47,9% de las familias en estas localidades dependiendo directa o indirectamente de este cultivo.