El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, ha declarado que ya se ha vacunado al 66% del censo en los tres principales focos afectados por la dermatosis nodular contagiosa (DNC). Ordeig ha revelado que se ha remitido un nuevo esquema de vacunación a la Comisión Europea para su aprobación, con el objetivo de extender el área de actuación.
Durante su intervención en la comisión de la Conselleria en el Parlament, Ordeig, junto a la secretaria general, Cristina Massot, y la directora general, Rosa Altisent, ha expuesto la situación actual en Cataluña respecto a los brotes de DNC, abordando su expansión, evolución y las estrategias de contingencia y compensación adoptadas.
«La situación es grave, no debe esconderse la cabeza bajo el ala», enfatizó Ordeig, asegurando que, aunque la enfermedad es nueva en Europa, no supone un riesgo para la salud humana en términos de consumo de carne y leche. Actualmente, los focos de la enfermedad se localizan en Castelló d’Empúries y Cassà de la Selva en Girona, y un tercero en Francia, afectando a 18 explotaciones en Cataluña.
La propuesta de extensión de la zona de restricción incluiría todas las comarcas de Girona, la Cataluña Central, Pirineu i Aran y parte de la plana de Lleida, lo que incrementaría a unos 370.000 los animales a vacunar, sumando a los 152.000 ya afectados en los tres focos actuales.
En cuanto a la cobertura de vacunación actual, el 82,5% de las explotaciones y el 92% del censo de Castelló d’Empúries están inmunizados, y en total, sumando los tres focos, el 66% del censo y el 50% de las explotaciones han recibido alrededor de 100.000 dosis. Cataluña cuenta con aproximadamente 310.000 vacunas disponibles, con 100.000 dosis adicionales procedentes de Holanda y una expectativa de 200.000 vacunas más.
COMPENSACIÓN AL SECTOR
Ordeig ha comentado que el primer paquete de compensación económica del Govern, valorado en 4 millones de euros, «seguramente requerirá de aportaciones adicionales». También ha destacado la necesidad de revisar las políticas de bioseguridad en respuesta al cambio climático y la globalización, que están introduciendo nuevas enfermedades desconocidas.
















