El Ministerio de Comercio de China aplicará a partir del miércoles aranceles temporales de entre el 15,6% y el 62,4% a la carne de cerdo de la UE. Para las empresas españolas, la tasa más elevada será del 20%, gracias a la colaboración con la investigación antidumping.
Aranceles en respuesta a la UE
China confirmó este viernes que impondrá aranceles temporales de entre el 15,6% y el 62,4% a los productos y subproductos porcinos europeos, quedando exentos los embutidos. La medida se enmarca en una investigación antidumping como respuesta a los gravámenes comunitarios sobre los vehículos eléctricos chinos.
El proceso concluirá en diciembre, momento en que Pekín podría revisar o revertir la decisión según sus conclusiones.
Impacto en el porcino español
Para las marcas españolas que exportan a China, el arancel más alto se limita al 20%, muy por debajo del techo fijado. Empresas como El Pozo, Cárnicas Cinco Villas, Friselva, Sánchez Romero Carvajal, Noel o Campofrío deberán asumir este sobrecoste, mientras que Litera Meat afronta la tasa más baja de la UE, con un 15,6%.
Desde la patronal Interporc destacan que esta situación favorable responde a que las compañías españolas entregaron la documentación solicitada por las autoridades chinas “en tiempo y forma”.
Un mercado clave para España
China es uno de los principales destinos del porcino español. En 2024 se exportaron hacia ese país 540.000 toneladas de productos, valoradas en 1.097 millones de euros, lo que representó casi el 20% del volumen total exportado y el 12,5% de la facturación exterior del sector.
La decisión de Pekín llega en un momento delicado para la ganadería española, que también afronta la presión de los aranceles estadounidenses, los recortes en la PAC y el futuro acuerdo con Mercosur.
La guerra comercial del coche eléctrico
La medida de Pekín responde a la decisión de la Unión Europea de imponer en octubre de 2024 aranceles provisionales a los vehículos eléctricos chinos, que pueden alcanzar hasta un 35,3% adicional al 10% comunitario. Bruselas los justificó por considerar que las ayudas estatales chinas distorsionan la competencia.
Aunque se abrieron negociaciones para buscar alternativas, como establecer precios mínimos de exportación, China ha rechazado de forma reiterada esos aranceles y ha respondido ahora con esta nueva ofensiva comercial.