El director general de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, Jaime Martínez, ha advertido de que 2025 “se ha caracterizado, una vez más, por no dar soluciones a tres retos fundamentales” para el campo andaluz: el agua, la mano de obra y la futura reforma de la Política Agraria Común (PAC). En declaraciones a Europa Press, ha remarcado que la “falta de un recurso tan importante como es el agua” continúa siendo un problema estructural que condiciona el desarrollo agrario en la comunidad.
Martínez ha indicado que en 2025 “prácticamente el 100% de los cultivos han podido llevarse a término” gracias a unas lluvias suficientes para completar el ciclo de las producciones. Sin embargo, ha insistido en que este alivio puntual no debe ocultar la necesidad de “inversiones en infraestructuras” y de una planificación a largo plazo que blinde el suministro hídrico frente a futuras sequías.
En esta línea, ha reclamado “una ley que ampare un plan estratégico del agua a nivel nacional” y ha defendido seguir colaborando con las confederaciones hidrográficas para avanzar en la modernización y en una gestión más eficiente de los recursos disponibles.
El responsable de Cooperativas Agroalimentarias ha subrayado que el segundo gran desafío es la falta de mano de obra, especialmente visible en las campañas de recolección. “Seguimos demandando mano de obra para la recolección de los cultivos”, ha recalcado, alertando de las dificultades crecientes para cubrir las necesidades de personal en momentos punta.
Entre los principales obstáculos, ha situado la contratación de trabajadores extranjeros, condicionada por la “ingente cantidad de papeles” exigidos para incorporar mano de obra de terceros países. Aun así, ha defendido la importancia de seguir coordinándose con la Administración para “valorizar una actividad que genere empleo de calidad e importante”, esencial para la pervivencia del medio rural.
El tercer eje que ha señalado como prioritario es la reforma de la PAC a partir de 2027, un proceso que ha despertado una notable inquietud en el sector. “El planteamiento de la Comisión Europea ha sido como un jarro de agua fría”, ha manifestado, aludiendo a una propuesta que plantea una “bolsa única” de ayudas y un recorte del 22% del presupuesto.
Desde Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, ha reiterado que “nos negamos a ese recorte” y, sobre todo, a la renacionalización de las ayudas. A su juicio, este modelo supondría que agricultores y ganaderos andaluces “no solo compitan con terceros países, sino también con los países de la Unión Europea”, dependiendo de las decisiones que adopte cada Estado miembro.
Al repasar la situación de las distintas producciones, Martínez ha apuntado que el ámbito más castigado en 2025 ha sido el ganadero. Ha vinculado este retroceso al impacto de enfermedades como la peste porcina africana y, previamente, la lengua azul, que han afectado de forma significativa a numerosas explotaciones.
Por este motivo, ha defendido la conveniencia de una reestructuración “de un sector tan importante y tan necesario para Andalucía” y ha instado a las administraciones a actuar “con valentía” para asegurar su continuidad. “Esperamos de la Administración planteamientos valientes para que nuestros ganaderos puedan seguir subsistiendo en el futuro”, ha remachado.
LAS PESQUERAS SE MANTIENEN
En paralelo, el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), José María Gallart, ha hecho un balance positivo de 2025 en declaraciones a Europa Press, destacando que “las pesqueras se han mantenido y los precios en el mercado también han sido estables”, lo que ha permitido conservar los resultados económicos tanto para las empresas como para los marineros al cierre del ejercicio.
Comparando con 2024, Gallart ha explicado que, según la especie, el rendimiento económico “ha sido satisfactorio”, aunque en algunos casos se han quedado “un poquito cortos”. Por ello, ha calificado 2025 como “un año de luces y sombras”, confiando en que la situación mejore “con los acuerdos que ha habido en el Consejo de Ministros”.
Respecto al Golfo de Cádiz, ha detallado que “el tema del cerco ha sido complicado” debido a los recortes iniciales “hubo de boquerón” y al cierre que “hubo estacionado también a la pesca de la sardina”. En contraste, ha valorado el ejercicio del arrastre como “satisfactorio”, lo que ha contribuido a sostener la actividad del sector pesquero andaluz.