APAG Extremadura Asaja ha emitido una advertencia sobre la notable disminución que experimentará la cosecha de aceitunas este año en la región, resultado directo de la intensa sequía que ha afectado los olivares durante septiembre y octubre.
La escasez de lluvias y las elevadas temperaturas de estos meses han causado un severo estrés hídrico en los árboles, llevándolos a consumir su propio fruto para sobrevivir. Esto ha resultado en que mucha aceituna se haya secado antes de madurar completamente, provocando su caída prematura del árbol y afectando directamente a la producción final, según detalla la organización en un comunicado.
APAG Extremadura Asaja recuerda que las estimaciones previas apuntaban a una producción de aproximadamente 77.000 toneladas de aceite. No obstante, ahora se prevé una reducción cierta de estos números. Aunque las lluvias que ya han comenzado podrían mejorar la situación, el daño a la aceituna desecada es irreversible, y ahora solo queda esperar cómo se desarrollan los olivares menos afectados y si las lluvias contribuyen a estabilizar el rendimiento del fruto que queda.
Además, la organización señala que el inventario actual de aceite en España se encuentra en unas 280.000 toneladas, una cantidad que se considera ligeramente reducida. Ante una producción limitada en Extremadura y otras áreas, la relación entre producción y consumo podría estar muy ajustada este año, creando un mercado especialmente sensible a cambios futuros en el clima.
