Agricultura & Alimentación

El campo y la industria alimentaria aportan en Castilla y León el 11% del valor añadido, el doble que la media española

El campo y la industria alimentaria de Castilla y León duplican el peso medio nacional y ya aportan el 11% del valor añadido y del empleo regional.

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El campo y la industria alimentaria aportan en Castilla y León el 11% del valor añadido, el doble que la media española

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El sector agrario y la industria alimentaria de Castilla y León suman conjuntamente “alrededor del once por ciento” del valor añadido y del empleo que genera la economía autonómica, “porcentajes que duplican prácticamente el promedio nacional”.

Estas conclusiones proceden del informe de Unicaja “El Sector Agrario y la Industria Alimentaria en España: Principales rasgos y análisis regional en 2024”, que da continuidad a una serie de estudios iniciada hace treinta años sobre este ámbito y cuyo “objetivo principal” es ofrecer “un análisis de la situación y evolución reciente del sector agrario y de la industria alimentaria en España, incluyendo el detalle por comunidades autónomas”, tal y como precisa la entidad en una nota.

El estudio señala que en torno al diez por ciento del Valor Añadido Bruto (VAB) agrario nacional se localiza en Castilla y León, donde esta actividad avanzó más de un diez por ciento respecto a 2023. Además, la agricultura y la ganadería tienen un peso en la estructura productiva regional claramente superior al conjunto del país, al suponer alrededor del seis por ciento del VAB de la comunidad, el doble que en España.

En este marco, Castilla y León se sitúa como la cuarta comunidad por número de ocupados en el sector agrario, con unos 60.900 trabajadores de media en 2024, lo que representa cerca del ocho por ciento del empleo agrario nacional y casi el seis por ciento del empleo total de la región (frente al 3,5 por ciento en España). En comparación con 2023, el empleo en el campo cayó un 8,5 por ciento, frente al descenso del dos por ciento registrado en el conjunto del país.

El documento de Unicaja también subraya que la comunidad es la segunda de España por superficie cultivada, con unas 3,5 millones de hectáreas, equivalentes al 21,2 por ciento del total nacional. Sobresale la extensión dedicada a cereales, que supone casi el 52 por ciento de la superficie agrícola regional y cerca de un tercio de la superficie cerealista del país.

Castilla y León concentra, además, algo más del 40 por ciento de la superficie de cultivos industriales en España y casi el 30 por ciento de la destinada a plantas forrajeras. Es igualmente la principal productora de cereales, al aportar más del 45 por ciento de la cosecha nacional de trigo y más de un tercio de la de maíz y cebada.

La entidad financiera remarca que la producción de plantas industriales o patatas hace que en Castilla y León se genere más de la mitad de la producción española de girasol y alrededor del 42 por ciento de la de patata.

En el ámbito ganadero, la comunidad es la primera del país por número de cabezas de bovino, con el 22,3 por ciento del censo nacional, y ocupa la tercera posición en efectivos de ganado ovino y porcino, con el 15,7 y el 13,8 por ciento, respectivamente.

En cuanto a los principales productos de origen animal, el análisis recoge que Castilla y León es la segunda productora de leche y miel de España y la tercera en producción de huevos.

Los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación reflejan que la renta agraria de la comunidad supone casi el once por ciento de la renta agraria española. En este territorio, la producción animal tiene un peso mayor que en el promedio nacional y alcanza aproximadamente el 49 por ciento del valor de la producción agraria, según las últimas cifras disponibles.

Si se considera el conjunto de producción vegetal y animal, Castilla y León concentra casi el 13 por ciento del valor de la producción agraria del país. La producción vegetal aporta alrededor del diez por ciento del valor de la producción en España y cerca del 47 por ciento de la producción agraria regional.

Elevada especialización productiva

La comunidad presenta una fuerte especialización en cereales, que representan más de la mitad del valor de la producción vegetal regional, y, en menor medida, en plantas forrajeras (cerca de un doce por ciento) y plantas industriales (en torno a un once por ciento).

Asimismo, Castilla y León aglutina aproximadamente un tercio del valor de la producción española de patata, plantas industriales y cereales, así como más de una quinta parte del valor de la producción de plantas forrajeras.

En cuanto a la producción animal, el valor generado en la comunidad supone alrededor del 16,5 por ciento del total nacional, lo que la sitúa como la primera región por valor de producción ganadera. Dentro de esta, la carne y el ganado porcino concentran casi un 40 por ciento de la producción, mientras que la leche y la carne de bovino representan cerca del 19 por ciento, según detalla el informe.

Castilla y León aporta también una quinta parte del valor de la producción española de carne de bovino y huevos, y destaca su contribución al valor de la producción de leche y de carne de ovino-caprino y porcino, con más del 15 por ciento del total nacional en cada caso.

El estudio recuerda que el sector agrario y la industria alimentaria generan en conjunto “alrededor del once por ciento” del valor añadido y del empleo de la economía regional, “porcentajes que duplican prácticamente el promedio nacional”. Además, la comunidad concentra en torno al diez por ciento del valor añadido y el nueve por ciento del empleo del sector agroalimentario español.

La industria alimentaria (alimentación y fabricación de bebidas) se mantiene como la principal rama de la industria manufacturera en España. En Castilla y León, según Unicaja, supone más de un tercio de la cifra de negocios y del empleo del sector manufacturero, situando a la comunidad como la tercera por volumen de facturación y la cuarta por número de ocupados, con alrededor del nueve por ciento del total nacional.

Dentro de esta industria, sobresale la rama cárnica, que concentra una cuarta parte de la facturación, seguida por las actividades de alimentación animal y productos lácteos, con aproximadamente el 18 y el 14 por ciento, respectivamente.

Empresas y exportaciones agroalimentarias

A 1 de enero de 2024, en Castilla y León operaban 2.807 empresas de alimentación y bebidas, un 2,1 por ciento menos que un año antes (frente al -1,5 por ciento de España). Estas compañías representan en torno al diez por ciento del total de empresas del sector en el país y casi un tercio de las firmas manufactureras de la comunidad (en España, alrededor del 18 por ciento).

Por actividades, el 33 por ciento de las empresas alimentarias de la región se dedica a la fabricación de productos de panadería y pastas alimenticias (38,2 por ciento en España), mientras que una cuarta parte se orienta al procesado y conservación de carne y cerca de un 23 por ciento a la fabricación de bebidas.

El informe resalta el peso de Castilla y León en el procesado y conservación de carne, con en torno al 22 por ciento de las empresas del país, así como en molinería, bebidas y alimentación animal, donde concentra más del doce por ciento de las firmas españolas en cada caso.

El valor de las exportaciones agroalimentarias de la comunidad alcanzó en 2024 los 3.311,7 millones de euros, lo que equivale a casi el 17 por ciento del total exportado por Castilla y León y alrededor del 4,5 por ciento de las ventas exteriores del sector en España. Respecto al año anterior, el valor exportado aumentó un tres por ciento (frente al 6,1 por ciento en el conjunto nacional).

Una cuarta parte de estas exportaciones corresponde a productos cárnicos y, por partidas concretas, destacan las ventas de productos de panadería, pastelería y galletería, carne de porcino y vinos. Los principales destinos en 2024 fueron Portugal, con el 29 por ciento del valor exportado, seguido de Francia (13,2 por ciento) e Italia (7,2 por ciento).

En relación con el consumo alimentario en los hogares, el informe recoge que el consumo per cápita retrocedió en 2024, mientras que el gasto per cápita aumentó hasta los 1.864,9 euros, por encima del promedio nacional, siguiendo una evolución similar a la del conjunto de España.