Los expertos del Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAS-CSIC) enfatizan la importancia de mantener suelos saludables para asegurar la alimentación global. La relevancia de esta cuestión se destaca cada 5 de diciembre, fecha en la que se celebra el Día Mundial del Suelo, establecido en 2013 por la Asamblea General de la ONU, para subrayar la función crítica del suelo en el cumplimiento de necesidades fundamentales de la humanidad.
Importancia de los Suelos Sanos
La seguridad alimentaria depende directamente de la salud del suelo, al igual que la sostenibilidad de los ecosistemas y la mitigación del cambio climático. Los suelos sanos son esenciales para procesos naturales como la regulación del ciclo del agua y el mantenimiento de la biodiversidad, y juegan un papel crucial en la captura de carbono, ayudando a preparar los ecosistemas para resistir condiciones climáticas adversas.
Según José Alfonso Gómez Calero, investigador y jefe del Laboratorio de Erosión de Suelos del IAS-CSIC, ‘desde antiguo se conoce que la prosperidad de una sociedad depende de unos suelos bien cuidados –así lo reconocía uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, quien señalaba en el siglo XVIII que ‘un suelo fértil es esencial para la prosperidad colectiva’– pero como nos recuerda el Día Mundial del Suelo, en el siglo XXI el suelo es mucho más que el depositario de la fertilidad para la agricultura, aunque esto sigue siendo clave, siendo la base –junto con el agua– de la salud de todos los ecosistemas’.
Proyectos y Políticas para la Mejora del Suelo
Gómez Calero destaca la orientación reciente de las políticas públicas hacia la mejora de la salud del suelo. ‘Esto se traduce en la reorientación de políticas existentes, como la Política Agraria Común (PAC) de la UE o la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, para ser más efectivas en la protección y mejora de los suelos’, añade, mencionando también nuevas iniciativas como la Directiva de la UE sobre Seguimiento y Resiliencia del Suelo (Soil Monitoring Law), que se implementará este mes.
El IAS-CSIC también está involucrado en numerosos proyectos de investigación que buscan desarrollar técnicas para controlar la erosión del suelo, restaurar suelos degradados y aumentar la capacidad de los suelos para almacenar carbono atmosférico. Sin embargo, Gómez Calero advierte que ‘alcanzar unos suelos sanos no depende únicamente de la investigación científica y técnica’, sino también de la adaptación de estas mejoras a las diversas condiciones de los suelos y sus usuarios.











