Familia Torres ha completado recientemente la cosecha de sus viñedos en Cataluña, utilizando la variedad ancestral pirene en su propiedad de Sant Miquel de Tremp, que se encuentra en el Prepirineo a una altitud de 950 metros, según un comunicado emitido este jueves.
Esta cepa prefiloxérica, que ha sido restaurada por Familia Torres, marca el término de la temporada de recolección que este año ha finalizado una semana antes que el anterior, tras ocho semanas de arduo trabajo en los campos y en la bodega.
La pirene es una de las variedades ancestrales que Familia Torres está impulsando, junto a otras como la forcada, moneu y gonfaus, destacando no solo por sus cualidades enológicas sino también por su capacidad para enfrentar los retos del cambio climático.
“El cierre de la campaña con la pirene de Sant Miquel de Tremp ratifica nuestra estrategia de adaptación al cambio climático, apostando por cepas resilientes y viñedos en altura”, afirmó Josep Sabarich, director técnico de Familia Torres, quien calificó la campaña de 2025 como muy exitosa.
La empresa posee más de 1.000 hectáreas de viñedos propios situados en regiones como el Penedès, Conca de Barberà, Priorat y Costers del Segre, y colabora con aproximadamente 700 proveedores de uva.