El Golfo de Cádiz nombrado santuario internacional del pez guitarra gigante

El Golfo de Cádiz es ahora un refugio crucial para el pez guitarra gigante, una especie en peligro crítico de extinción.

El Golfo de Cádiz ha sido designado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como uno de los últimos bastiones europeos para el pez guitarra gigante o guitarrón (Glaucostegus cemiculus), una especie de raya en crítico peligro de extinción y parte del Listado Español de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

La UICN ha declarado esta zona como Área de Importancia para Tiburones y Rayas (ISRA), subrayando su rol en la preservación de especies marinas amenazadas mundialmente. Los condrictios, que incluyen tiburones, rayas y quimeras, enfrentan una severa crisis de extinción, con más de un tercio de sus especies en riesgo de desaparecer por causas como la sobrepesca, la destrucción de hábitats y el cambio climático.

Los hábitats costeros albergan el 75% de las especies en peligro, colocando a estos animales entre los más vulnerables del océano. La pesca incidental, la pérdida de hábitat y la presión antropogénica han llevado al guitarrón a desaparecer de muchas partes de Europa. Frente a esto, el Proyecto Glaucostegus, liderado por el doctor Jaime Penadés y apoyado por la UICN, busca revertir esta tendencia estudiando estos animales en su entorno natural. “Con la declaración de este ISRA, la UICN pone en valor los esfuerzos que hemos realizado en los últimos seis años por mejorar los conocimientos sobre la biología, ecología y amenazas del guitarrón dentro de las aguas españolas y marca de manera clara una hoja de ruta para mejorar su protección a nivel nacional y también mundial”, explicó Penadés.

Desde 2018, Ángel Benítez, pescador recreativo y fundador del Proyecto Glaucostegus, ha coordinado la recopilación de datos sobre capturas accidentales y avistamientos, superando las 80 observaciones confirmadas de una especie que apenas se había visto desde 2008. “Todos podemos colaborar con la ciencia y la conservación de nuestras especies: haciendo ciencia ciudadana”, afirmó Benítez. También se ha reportado furtivismo, destacando la necesidad de incrementar la vigilancia y las inspecciones para reducir la mortalidad de esta especie protegida.

El proyecto cuenta con el apoyo de diversas instituciones como la Fundación Oceanogràfic, la Fundación Azul Marino, el Acuario de Sevilla y la Associació Lamna, entre otros colaboradores y entidades gubernamentales.

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