Tras los devastadores incendios de agosto en Ourense, uno de los bomberos afectados ha sido dado de alta, comunicaron desde el complejo hospitalario universitario de A Coruña (Chuac). Este bombero, de 46 años, se recuperaba de quemaduras de segundo grado que cubrían el 10% de su cuerpo y de una intoxicación por inhalación de humo.
Paralelamente, el brigadista que sufrió accidentes en el mismo siniestro continúa hospitalizado junto con otros cinco, que resultaron heridos en el fuego de Barreiros, Lugo. Aunque todos ellos muestran una evolución positiva, su estado aún se considera grave.
Del grupo, el más joven, de 18 años, enfrenta quemaduras de tercer grado en el 40% de su cuerpo. Los otros tienen quemaduras de segundo grado; uno de 24 años con el 25% del cuerpo afectado y síntomas de intoxicación por humo, otro de 25 años con el 15% del cuerpo quemado, uno más de 24 años con heridas en el 10% y los últimos dos, de 29 y 27 años, con el 8% y 5% del cuerpo afectado respectivamente.