El Instituto de Hidráulica diseñará en 2026 un plan para adaptar la costa cántabra ante la subida del nivel del mar

IHCantabria diseñará en 2026 un plan para adaptar la costa cántabra a la subida del mar, con medidas por tramos y foco en la economía del conocimiento.

El Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria (IHCantabria) tiene previsto elaborar en 2026 un plan específico de adaptación para el litoral de la comunidad con la finalidad de disminuir los “daños” asociados al cambio climático y el “riesgo” derivado del incremento del nivel del mar.

Los trabajos técnicos se desarrollarán a lo largo del próximo año y culminarán en un documento que incluirá un catálogo de actuaciones concretas para cada tramo del litoral cántabro. Una vez finalizado el análisis, a finales de 2026, el IH trasladará sus propuestas a los ejecutivos central y autonómico, ordenadas por prioridad, para que “decidan lo que tengan que decidir”.

“El cambio climático ya está subiendo el nivel del mar, eso va a producir daños, entonces tenemos que adelantarnos, calcular cuántos daños vamos a tener en el año 2050, cuáles son los elementos que generan los daños y plantear medidas”, ha señalado el director general del IH, Raúl Medina, en declaraciones a los medios tras la visita que ha realizado al instituto la presidenta del Gobierno autonómico, María José Sáenz de Buruaga.

Medina ha precisado que estas “estrategias” serán “diferentes” en función de las características de cada zona de costa, como la densidad de población, los bienes expuestos o la presencia de actividad industrial. Para ello se efectuará un análisis detallado, tramo a tramo, con el fin de “ver qué medidas hacen falta para protegerse por el cambio climático”. “No podemos hacer lo mismo en el estuario de Santoña que en la ciudad de Santander”, ha recalcado.

Según ha descrito, el enfoque general pasa por “retroceder protegerse o adaptarse”. Esto implica, por ejemplo, “mover los bienes que van a ser inundados hacia la tierra, protegerlos con un dique con un muro o adaptarlos, lo que significa cambiar los usos para que no sean dañados por el cambio climático”.

Ha recordado además que, “aunque reduzcamos las emisiones, el mar sigue subiendo” y que, con independencia de “la mitigación que hagamos”, las proyecciones apuntan a un aumento de unos 20 centímetros para 2050.

En este contexto, ha aludido a las “pequeñas” inundaciones registradas en San Vicente de la Barquera durante temporales asociados a la presión atmosférica, así como a los episodios de chaparrones y tormentas que anegan algunos puntos de Santander. “Son síntomas de que tenemos que adaptarnos”, ha insistido.

Medina ha recordado que el IH ha diseñado distintos planes de adaptación a riesgos naturales “en muchas partes del mundo” y que “cada problema que viene al IH es un problema de una persona, una sociedad, una población que tiene un problema con el agua, que se ve inundado, que se ve con sequías, que tiene deslizamientos, que le falta la playa, que tiene un problema de contaminación”.

IH, “el mejor exponente de la industria del conocimiento” en Cantabria

Por otro lado, Sáenz de Buruaga ha destacado la labor que se desarrolla en el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, al que ha definido como “el mejor exponente de la industria del conocimiento” en la comunidad.

Ha remarcado que “para tener impacto en el mundo no hace falta ser una región muy grande, ni en tamaño ni en población, pero sí hay que ser una región grande en talento, contar con personas formadas, que generen conocimiento y que sean capaces de aportar herramientas y soluciones a problemas globales”.

En su opinión, el IH “representa muy bien las aspiraciones” de Cantabria: una comunidad “con impacto” que se apoya en la ciencia, el conocimiento y la innovación para “abrirse camino y llegar lejos”.

“El capital esencial en nuestro tiempo es el conocimiento”, ha afirmado la presidenta, quien ha reiterado que el Ejecutivo autonómico asume como compromiso “ser capaces de generar y ayudar a generar un entorno idóneo para atraer inversión y talento, atraerlo y retenerlo, y aportar más recursos a la investigación, al desarrollo tecnológico avanzado”.

Ha añadido que “la economía del conocimiento ya está en marcha” y ha puesto como ejemplo que en los dos últimos ejercicios se ha “duplicado” la dotación destinada al I+D+i, que ha pasado de 38 a 80 millones de euros, al tiempo que se impulsa la primera agenda digital de Cantabria, con una inversión próxima a los 400 millones.

Asimismo, ha asegurado que se están “generando las condiciones” necesarias, con un tejido empresarial “dinámico”, un “fuerte” respaldo institucional y una “apuesta decidida” por la innovación, para que proyectos estratégicos de gran valor añadido “miren hacia Cantabria y nos elijan”.

En esta línea, ha resaltado que la Torre Xtela ya se encuentra “llena” de compañías de alta tecnología y que están “a las puertas” iniciativas tractoras y de “alto” impacto transformador como el Parque de Innovación y Salud o el proyecto Altamira.

Más de 150 proyectos al año y presencia en 30 países

El IH dispone de una plantilla cercana a los 220 profesionales y desarrolla anualmente en torno a 130 o 150 proyectos en unos 25 o 30 países. Su presupuesto ronda los 12 millones de euros al año, de los que 2 millones proceden del Gobierno de Cantabria y el resto llega, en su mayor parte, de organismos multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y UMPD.

Entre las iniciativas internacionales, el instituto ha asumido la gestión integrada de la costa de Catar, ha diseñado un sistema de alerta temprana frente a tormentas tropicales en Omán y ha elaborado el plan de adaptación de toda la costa de Lima.

Creado en 2007 por la Universidad de Cantabria (UC) y el Ejecutivo regional, el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria ha ejecutado más de 1.600 proyectos a lo largo de sus 18 años de trayectoria.

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