El consejero andaluz de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, ha vuelto a pedir a las instituciones comunitarias que implanten más mecanismos de control y sistemas de garantía sobre las importaciones de tomate procedentes de Marruecos, con el fin de asegurar condiciones de competencia equilibradas y estándares homogéneos para proteger al sector andaluz.
Ha subrayado que el tomate es uno de los cultivos que puede verse más perjudicado por la «competencia desleal» derivada del acuerdo marco entre Marruecos y la Unión Europea, un pacto que, según ha recalcado, se apoya en condiciones laborales y medioambientales «muy alejadas de las exigidas a los productores europeos».
En este contexto, el consejero ha insistido en que Marruecos «no puede etiquetar el tomate saharaui como tomate marroquí» y ha recordado que el Gobierno andaluz trasladó al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, la necesidad de reclamar ante la Comisión Europea «la activación de mecanismos que ayuden a especificar que este tomate procede del Sáhara Occidental».
Tras remarcar la inquietud que esta situación genera en el sector, especialmente por su posible impacto en la comercialización del tomate almeriense, Fernández-Pacheco ha señalado que la Junta expuso esta preocupación al comisario de Agricultura, Christophe Hansen, durante su reciente visita a Andalucía, reclamándole una atención «aún mayor» en el marco de los acuerdos de libre comercio.
El consejero ha puesto como ejemplo que, solo en la última campaña agrícola, la provincia de Almería exportó 375.000 toneladas de tomate, un 5,4 % más que en el ejercicio anterior, por un valor de 621 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,26 % respecto a la campaña precedente.
Estos datos los ha destacado durante su visita a la Cooperativa Agrícola San Isidro (CASI) de Almería, a la que ha definido como un «modelo de éxito internacional» que integra a más de 3.000 productores profesionales y se ha consolidado como uno de los grandes referentes del sector hortofrutícola.
Fernández-Pacheco ha recordado que el tomate es «uno de los productos más representativos de la provincia de Almería, por su peso en exportaciones, el 13 por ciento del total del campaña 24/25, por su gran sabor y por la cantidad de variedades con las que contamos», ha indicado, subrayando su importancia económica y agronómica.
Según ha apuntado, la provincia de Almería se mantiene como la huerta de Europa y, dentro de ese liderazgo, el tomate desempeña «un papel estelar». Este cultivo supone el 29 % de toda la producción hortofrutícola almeriense, solo por detrás del pimiento en volumen e impacto.
En el capítulo de precios, el tomate se ha situado como el cultivo con mayor valor, con un precio medio de 0,90 euros por kilo, lo que implica una subida superior al 12 % frente a la campaña anterior. El valor total de la comercialización ha alcanzado los 908 millones de euros, un 7,23 % más que en el ejercicio previo.
En cuanto al ingreso que llega directamente al campo, el valor percibido por los agricultores en el caso del tomate se elevó hasta los 730 millones de euros, más de un 8 % por encima de la campaña anterior. Este importe representa más del 20 % del valor de toda la producción hortícola de la provincia, es decir, aproximadamente una quinta parte del total generado por el sector.