Una delegación de ganaderos de la provincia de Ciudad Real, encabezada por el secretario general provincial de Asaja, Florencio Rodríguez, ha celebrado una reunión de alto nivel con la Administración regional. En el encuentro han participado la directora general de Ordenación Agropecuaria, Lydia Benítez, y la delegada provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Amparo Bremard, ante quienes el sector ha vuelto a plantear sus reivindicaciones por los “graves perjuicios” que las enfermedades ganaderas están causando en las explotaciones.
Durante la reunión, los representantes del sector trasladaron su “máxima preocupación” por la lengua azul, que está afectando “con especial intensidad” a la provincia de Ciudad Real, la más golpeada “con diferencia” de toda Castilla-La Mancha, según ha señalado Asaja en un comunicado. “La situación es crítica: muchas explotaciones están al borde de la quiebra y, de no adoptarse medidas urgentes, se enfrentan al abandono de la actividad”, han denunciado.
Los ganaderos detallan que están haciendo “un esfuerzo brutal” para mantener sus explotaciones en medio de una crisis sanitaria “sin precedentes”, con consecuencias “muy graves” como muertes, abortos, descenso de la productividad, infertilidad y un impacto económico que consideran “inasumible”. Destacan que las pérdidas son muy elevadas incluso en las explotaciones que han vacunado a sus animales, lo que ha generado un profundo sentimiento de “desamparo e impotencia” entre los profesionales.
Por este motivo, reclaman al Gobierno regional la puesta en marcha de ayudas directas, en la línea de las aprobadas en comunidades como Extremadura o Andalucía, con el fin de compensar los daños y evitar el cierre de explotaciones “que sostienen buena parte del tejido rural y económico de la provincia”.
Aunque reconocen la “disposición y receptividad” mostrada por el Ejecutivo autonómico durante el encuentro, desde Asaja alertan de que el tiempo se agota y no cabe seguir sin actuar: “Es urgente actuar ya. Los ganaderos no pueden soportar más pérdidas”, ha reiterado Florencio Rodríguez.
Como conclusión de la reunión, la Administración y el sector ganadero han acordado poner en marcha un grupo de trabajo. La próxima cita se ha fijado para las primeras semanas de enero y su finalidad será examinar con rigor, y a partir de datos oficiales como los registros de mortalidad en las explotaciones, la dimensión real de los daños y diseñar un esquema de apoyo ajustado a la gravedad de la crisis.
No obstante, Asaja advierte de que el malestar entre los ganaderos va en aumento. “Los ganaderos están al límite, completamente crispados”, señalan, y añaden que, si en enero no se ofrece una respuesta “clara, contundente y acorde” con la magnitud del problema, el sector “actuará en consecuencia”, con la convocatoria de actos de protesta y posibles movilizaciones.
Asaja Ciudad Real reitera su compromiso con la defensa del sector ganadero y exige que se adopten “de inmediato” medidas eficaces que garanticen la viabilidad de las explotaciones y el futuro de las miles de familias que dependen de ellas.











