El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, ha subrayado este jueves la relevancia de avanzar en la modernización del regadío “para optimizar cada gota de agua, reducir costes, mejorar la productividad y reforzar la competitividad de las explotaciones”. Según ha recalcado, este proceso es clave para el futuro del campo andaluz.
Estas declaraciones las ha realizado durante una visita a la Comunidad de Regantes del sector B-XII del Bajo Guadalquivir, en el municipio sevillano de Lebrija, donde ha estado acompañado por la viceconsejera, Consolación Vera, y la delegada territorial, Isabel Solís. En este enclave, el titular andaluz de Agricultura ha reconocido la labor que desarrolla esta comunidad de regantes, a la que ha descrito como “pionera” en control y eficiencia del uso del agua y dotada de “tecnología punta”.
“Hoy venimos a conocer sus logros y sus necesidades, a aprender de lo que hacen y a colaborar en aquello que esté en nuestra mano”, ha señalado Fernández-Pacheco, poniendo en valor la experiencia acumulada por esta comunidad. El sector B-XII del Bajo Guadalquivir se nutre desde hace más de dos décadas de la Balsa de Melendo, una infraestructura con una capacidad superior a los 8 hm3, construida por un Gobierno de España en 2003 “y que cambió por completo el motor agrícola en la zona, ampliando la diversidad empresarial y la orientación productiva a cultivos más intensivos como el tomate, la coliflor o la cebolla”.
Durante su comparecencia ante los medios, el consejero ha remarcado que el Ejecutivo andaluz mantiene un compromiso firme con la modernización del regadío y ha recordado que, para este objetivo, se ha movilizado una inversión “sin parangón” en la historia de la comunidad autónoma. En este sentido, ha detallado que se han puesto en marcha distintas líneas de actuación que suman un volumen global superior a los 317 millones de euros, dirigidas a hacer un uso más eficiente del recurso hídrico.
Fernández-Pacheco ha aludido, en primer lugar, a los 140 millones de euros del Plan RegadíA, una herramienta de colaboración público-privada diseñada para aprovechar al máximo cada gota de agua en el regadío andaluz. Junto a este programa, ha mencionado los doce millones de euros en ayudas destinados a la construcción de nuevas balsas para las comunidades de regantes, así como los 165 millones de euros del Plan Parra, que permite llevar agua regenerada desde las estaciones depuradoras directamente hasta los cultivos mediante la ejecución de tratamientos terciarios y redes de canalizaciones.
Según ha concretado, al Plan Parra, cuyo plazo de presentación de solicitudes concluyó el pasado 30 de noviembre, la Consejería ha recibido seis proyectos procedentes de comunidades de regantes de la provincia de Sevilla, que suman un importe total de 74 millones de euros. “Vamos a estudiarlos todos y ojalá podamos llevar a cabo el mayor número posible de ellos”, ha resaltado, apuntando a la voluntad de la Junta de acompañar las iniciativas que contribuyan a un regadío más eficiente.
El consejero ha incidido además en que los Presupuestos de la Junta para 2026 recogen de forma expresa el compromiso con la modernización del regadío. De los 801 millones de euros previstos para políticas de aguas, 136 millones se destinarán específicamente a actuaciones de modernización del regadío. De esta cantidad, casi 16 millones de euros se dirigirán a proyectos en la provincia de Sevilla, con el objetivo de seguir mejorando las infraestructuras hidráulicas y garantizar un uso más racional del agua en la agricultura.
