La Federación Galega de Confrarías de Pescadores ha expresado su “extrema preocupación” por los resultados de las últimas negociaciones sobre las cuotas pesqueras para el próximo año. En particular, considera “inaceptable” el recorte aplicado a especies como la bacaladilla y la caballa, y remarca que el sector “no quiere vivir de subvenciones”.
En un comunicado remitido a los medios, las cofradías califican de “nefasta” la negociación pesquera en lo referente a la defensa de los intereses de la flota gallega, a la que, aseguran, se lleva años sometiendo a continuos ajustes que provocan el abandono de la actividad.
“Nuevamente porque ya van muchos años de apretar y apretar y de asistir a un goteo de abandono de la actividad pesquera ante la falta de rentabilidad económica”, lamenta la federación, que denuncia la pérdida progresiva de viabilidad de muchas embarcaciones.
La organización recuerda que en 2024 el sector “se ilusionó” con la puesta en marcha de una comisaría de pesca dentro del organigrama de la Comisión: “Pensamos que esa nueva estructura comandada por el señor Costas Kadis iba a ser capaz de escuchar al sector profesional que desarrolla una actividad económica fundamental para la sociedad”, incide.
Pese a esas expectativas, la federación asegura asistir “atónita” a “la falta total de escrúpulos” y a la “sumisión total a informes científicos que no tienen en cuenta aspectos socioeconómicos”. “Asistimos atónitos a otra falta de consideración con Galicia de los representantes que participaron en las negociaciones”, añade, reprochando que no se haya valorado el impacto sobre las comunidades costeras.
En su nota, las cofradías alertan de que “decir al sector gallego que se reducen las posibilidades de pesca de la caballa en un 70% o en el caso de la bacaladilla un 41% es inaceptable”, y muestran también su rechazo a otras rebajas de cupos, como las que afectan al abadejo. “Es decirle que va a tener, en el mejor de los casos, que recurrir a ayudas públicas para poder seguir viviendo en su tierra”, agrega la federación, aludiendo al riesgo de dependencia de las ayudas.
Subraya además que el sector pesquero “no quiere vivir de subvenciones, subsidios, ERTE o ayudas”, sino “hacer lo que sabe, que es pescar y conseguir el sustento de sus familias con su trabajo mes a mes”, y “suministrar a la sociedad alimento de calidad y frescura manteniendo siempre el más absoluto respeto por el mar”.
“Vemos el pescado pero no podemos pescarlo por las negociaciones entre países que ni viven ni saben del mar y que se mueven por intereses no relacionados con nuestro sector”, critica la federación, que denuncia la desconexión entre los despachos y la realidad de los puertos. Y censura que “algo falla cuando los que van a negociar siempre salen satisfechos pero en Galicia no se puede entender por qué”.