El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha destacado durante la sesión plenaria del Consejo Oleícola Internacional en Córdoba, que la Declaración de Córdoba es “un legado de futuro para impulsar la sostenibilidad del olivar y el fortalecimiento de las relaciones internacionales”, asegurando que promueve “un sector sostenible, saludable e innovador”. Este evento se ha celebrado coincidiendo con el Día Mundial del Olivo en la Diputación de Córdoba.
Planas ha enfatizado la importancia del olivar no solo como un destacado producto agroalimentario, sino como el reflejo de “toda una realidad de hombres y mujeres, una realidad ambiental, social y un producto de primera salud para todos los ciudadanos”. Además, ha señalado que sin el cultivo tradicional del olivar, muchas áreas rurales estarían deshabitadas, subrayando su valor económico y generador de empleo.
La Declaración recoge los principios y prioridades en sostenibilidad, salud, comercio y cooperación internacional, con el respaldo de 30 países y organismos. Planas ha resaltado la función vital del Consejo Oleícola Internacional en el futuro del sector, destacando su rol en la unificación de los países productores bajo metas comunes que aseguren la calidad del aceite de oliva y faciliten el comercio internacional.
“Lo hacemos porque creemos firmemente en la cooperación internacional y en la necesidad de avanzar hacia estándares comunes que fortalezcan al sector”, afirmó Planas, quien también reconoció los retos climáticos actuales, pero se mostró optimista sobre la capacidad de adaptación y fortalecimiento del sector.
ESPAÑA, LÍDER MUNDIAL EN PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN
España lidera con el 39% de la producción mundial y el 67% de la europea, lo que la posiciona como una potencia global. Según Planas, se espera alcanzar los cuatro millones de toneladas en la comercialización mundial esta década. Además, el acuerdo Unión Europea-Mercosur es visto como una “gran oportunidad de expandir la presencia de nuestro aceite de oliva en un mercado de 268 millones de personas”.
Finalmente, la Declaración de Córdoba también valora el olivo como símbolo de paz, sabiduría y armonía, reafirmando el compromiso español con un sector oleícola sostenible y competitivo que genere oportunidades en áreas rurales y beneficie a consumidores globales.











