La Comunidad de Madrid incrementará en 2025 hasta los 200.000 euros el presupuesto destinado a las ayudas para ganaderos que buscan prevenir ataques de lobo y perros asilvestrados en explotaciones extensivas. Esta cuantía supone el doble respecto a la convocatoria anterior, según ha detallado el Ejecutivo autonómico en un comunicado.
La resolución anual de estas subvenciones eleva también el límite máximo que puede percibir cada beneficiario, que pasa de 3.500 a 4.500 euros, y ha permitido costear actuaciones como la colocación de vallados de protección, la instalación de pastores eléctricos, la incorporación de dispositivos de radioseguimiento, así como la compra y el mantenimiento de mastines.
En términos globales, el Gobierno regional ha distribuido una media de 3.250 euros entre algo más de medio centenar de ganaderos, lo que supone casi un 50% más que en el ejercicio anterior.
Estas ayudas, que comenzaron a aplicarse en 2023, persiguen compatibilizar la conservación del lobo ibérico --especie protegida en la Unión Europea-- con la continuidad de la actividad ganadera en amplias áreas rurales de la región.
En la convocatoria correspondiente a 2025 se ha otorgado preferencia a las explotaciones de trabajadores por cuenta propia y jóvenes ganaderos, con la finalidad de favorecer la profesionalización del sector y asegurar el relevo generacional.
Las subvenciones han alcanzado cerca de una veintena de municipios de la Sierra madrileña, donde la mayoría de los profesionales ha optado por instalar vallados fijos para proteger al ganado más vulnerable, aunque también se han sufragado vallados móviles, pastores eléctricos y el mantenimiento de mastines.
Desde la Comunidad de Madrid destacan que estas actuaciones, unidas a una mejora en el manejo de los rebaños, están ayudando a disminuir los incidentes. Las cifras muestran una tendencia descendente en los ataques atribuidos a lobos o perros asilvestrados, que se redujeron de 398 en 2018 a 223 en 2024, y a 184 en lo que va de 2025.
El Ejecutivo autonómico resalta igualmente la rapidez en la tramitación de estas ayudas, convocadas la pasada primavera, lo que facilita que los ganaderos puedan aplicar antes las medidas de prevención y recuperar con mayor celeridad los importes adelantados.