En la reciente reunión de la Comisión de Desembalse en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), se ha informado a los usuarios sobre la última campaña de riego y el estado actual de la Cuenca al inicio del año hidrológico 2025-2026. Según las evaluaciones, aunque las expectativas para la próxima campaña de riego están condicionadas por las precipitaciones venideras, se anticipa un escenario favorable debido a que los recursos embalsados al momento presentan una situación “más favorable que en años anteriores”.
La reciente campaña ha resultado ser beneficiosa para diversos sectores, destacando el arrocero que ha logrado sembrar en su totalidad, superando las limitaciones de años previos marcados por la sequía. En el análisis del año hidrológico 2024/2025, se ha resaltado como el segundo consecutivo donde el volumen de agua embalsado al final del período superó al inicial, marcando el fin de un ciclo de cinco años de sequía, según ha comunicado la CHG.
La precipitación acumulada en la cuenca alcanzó los 714 l/m2, un 25% por encima del promedio de los últimos 25 años, aunque distribuida de manera irregular, con mayor concentración en las provincias occidentales y escasez en Jaén, Ciudad Real y especialmente en Granada. Gloria Martín, presidenta de la CHG, ha descrito la campaña de riego que concluyó a finales de octubre como “muy buena”, con excepciones en algunas áreas de Granada donde las asignaciones fueron menores debido a la limitada disponibilidad de agua.
Actualmente, los embalses de la cuenca están al 41% de su capacidad, albergando 3.306 hectómetros cúbicos, reflejando un incremento respecto al año anterior pero aún por debajo del promedio histórico. El proceso de riego se extendió hasta finales de octubre, adaptándose a un periodo inicial de otoño con escasas lluvias.
El desembalse total registrado desde mayo hasta octubre fue de 1.104 hm3, representando un 12% menos de lo máximo autorizado, según explicó Nuria Jiménez, directora técnica de la CHG. Las condiciones generales de la campaña fueron favorecidas por las intensas lluvias de marzo, que reforzaron significativamente las reservas de agua. En relación al suministro urbano, las autoridades han asegurado que los sistemas de abastecimiento están estables o cuentan con alternativas, descartando problemas a medio y largo plazo.
