En Baleares, la comunidad pesquera ha logrado capturar y vender 40.071 kilos de langosta roja, alcanzando un valor de 2,5 millones de euros en la primera venta, según informó Antoni M. Grau, director general de Pesca del Govern, durante el evento de lanzamiento del nuevo plan de gestión del crustáceo, implementado en octubre de 2024 y celebrado en Ciutadella.
“Esta especie, esencial para la flota de artes menores del archipiélago, sigue beneficiándose de una pesquería específica gracias a la colaboración del sector y a las políticas de conservación impuestas, como el periodo de veda de siete meses”, explicó Grau, añadiendo que “los excelentes resultados de esta temporada demuestran que la combinación de regulaciones, supervisión y compromiso sectorial es vital para preservar este recurso distintivo”.
Grau también anunció la próxima entrada en funcionamiento de un nuevo barco rápido con base en Pollença, destinado a intensificar la vigilancia en las bahías de Pollença y Alcúdia, el cap de Formentor y el canal de Menorca, que estará operativo para la temporada 2026.
Además, la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, a través de la Dirección General de Pesca, ha organizado la tercera reunión de la comisión de seguimiento de las reservas marinas de Menorca, incluyendo las del Norte de Menorca y de la Illa de l’Aire.
Estos encuentros forman parte de la estrategia del Govern para asegurar la protección de los ecosistemas marinos y la sostenibilidad de los recursos pesqueros, promoviendo la participación activa de los sectores involucrados. La comisión de seguimiento incluye representantes de diversas administraciones públicas, del sector pesquero profesional y recreativo, de centros de buceo, clubes náuticos, instituciones científicas y entidades conservacionistas.
Durante la reunión, se presentaron datos de vigilancia y seguimiento científico de las poblaciones de peces en la Illa de l’Aire, junto con la propuesta del Govern para revisar la normativa de la reserva del Norte de Menorca y la propuesta del Ayuntamiento de Sant Lluís para regular la velocidad de las embarcaciones. También se discutieron las iniciativas del Foro de Gobernanza Social y Participativa para la reserva marina de la Illa de l’Aire. “Las reservas marinas son fundamentales para asegurar la sostenibilidad de nuestros ecosistemas y de la pesca artesanal. Su gestión participativa facilita la combinación de conservación y actividad económica, garantizando que las futuras generaciones puedan disfrutar de un mar saludable y productivo”, concluyó Grau.