Pilar Buj, diputada del grupo parlamentario Aragón-Teruel Existe en las Cortes de Aragón, ha urgido al Gobierno regional a implementar “una estrategia integral” para combatir el fuego bacteriano. Esta enfermedad lleva más de dos décadas afectando a los cultivos de frutales de pepita en la región.
La parlamentaria ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) con el fin de enfrentar esta problemática que ha provocado notables pérdidas económicas y el cese de actividades en numerosas explotaciones agrícolas aragonesas.
“La situación del fuego bacteriano en Aragón es crítica y requiere una acción decidida y coordinada. No podemos permitir que nuestros agricultores sigan perdiendo sus cosechas y sus medios de vida. Esta Proposición no de Ley es un paso fundamental para proteger nuestra fruticultura, impulsar la investigación y garantizar un futuro para las zonas rurales afectadas”, destacó Buj.
En la PNL se propone inicialmente realizar un estudio detallado de las explotaciones dañadas “identificando las parcelas, y analizando y determinando los daños ocasionados desde el año 2.000”, explicó la diputada.
La propuesta incluye un programa de investigación de 2 millones de euros y una duración de cuatro años, en colaboración con el CITA, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Unión Europea. Además, la PNL solicita la aprobación de nuevas subvenciones para el 2026, que incluirían hasta 4.000 euros por hectárea en ayudas al arranque y hasta 6.000 euros por hectárea para nuevas plantaciones, con soporte financiero durante los primeros cuatro años sin producción, asignando un total de 3,5 millones de euros para estas ayudas.
Por otro lado, se demanda la implementación de un programa de saneamiento en las parcelas abandonadas en la Comarca de Calatayud, donde el cultivo de perales ha disminuido drásticamente de 1.530 hectáreas en el año 2000 a apenas 470 hectáreas en 2024. Este programa abordaría tanto las parcelas abandonadas como aquellas en riesgo de abandono y de modernización agrícola, y podría incluir la eliminación de arbolado seco o enfermo y la modernización de las parcelas, ejecutadas por la Administración o con ayudas de hasta 2.000 euros por hectárea a los propietarios.
“Desde Aragón-Teruel Existe seguimos comprometidos con la búsqueda de soluciones efectivas y duraderas para este grave problema”, concluyó Buj.