La PPA golpea a los ganaderos de porcino con un coste económico “elevado” cercano a 30 euros por animal

La PPA en jabalíes provoca pérdidas de unos 30 euros por cerdo y pone en jaque la viabilidad de las explotaciones de porcino.

El reciente foco de peste porcina africana (PPA) detectado en jabalíes está afectando ya de forma directa a los ganaderos de porcino, que afrontan un impacto económico “elevado” estimado en unos 30 euros por cada cerdo producido, según ha explicado el director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera.

Tras la primera reunión del Comité de Expertos de Castilla y León, convocado para analizar la situación derivada del brote de peste porcina en Barcelona, Higuera ha indicado que, aunque en esta Comunidad aún no se ha confirmado ningún caso, el sector siente ya con fuerza las consecuencias de la crisis sanitaria en el mercado.

“La bajada tan fuerte que ha tenido en los precios de la loja está repercutiendo directamente ahora mismo en los ganaderos de porcino, con lo cual ahora mismo el impacto económico que estamos teniendo es elevado”, ha señalado, subrayando que la caída de las cotizaciones se está trasladando de inmediato a las explotaciones.

El responsable de Anprogapor ha detallado que esta situación se traduce en una merma de rentabilidad de alrededor de 30 euros por cerdo, por lo que han solicitado a la Consejería de Castilla y León un sistema de seguimiento y monitorización del mercado y de la situación de las explotaciones para disponer de información “de primera mano” sobre la evolución de este impacto.

“Somos los damnificados, puesto que estamos recibiendo un impacto elevado sobre un problema que actualmente está exclusivamente en la fauna silvestre”, ha añadido, recordando que el origen del foco está en los jabalíes y no en las granjas.

DEMANDA Y OFERTA

En el plano de la formación de precios, Miguel Ángel Higuera ha insistido en que el ganadero se encuentra “en dificultades” y ha defendido que la cadena de valor debe ser “suficientemente flexible” para permitir que la bajada de precios en origen se traslade al consumidor final, de manera que éste perciba que existe un problema y una variación real en el precio de la carne de porcino.

En este contexto, ha alertado de que la coyuntura actual “es imposible de mantener a medio y largo plazo”, por lo que ve imprescindible una coordinación estrecha con las administraciones. Si la presión sobre los precios se prolonga, ha avisado, muchos productores se verán abocados a reducir su cabaña para limitar, en la medida de lo posible, las pérdidas económicas.

Higuera ha recalcado que la reducción del número de animales en las explotaciones es cada vez más complicada de revertir, y ha recordado que, como ya se ha visto en otros Estados miembros de la Unión Europea afectados por la peste porcina, a una fuerte bajada de precios suele seguirle un recorte de la producción. Esta combinación termina generando un déficit de oferta que, “desafortunadamente”, provoca después una subida de los precios.

“Por lo tanto para nosotros es muy importante ese apoyo a los ganaderos en esta primera fase para que no tengan que reducir producción y poder estabilizar tanto la oferta y la demanda lo antes posible”, ha concluido, reclamando medidas tempranas que eviten un ajuste traumático en el sector porcino.

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