La Comisión Europea ha ratificado la inclusión del Queso de Burgos en su lista de Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), un reconocimiento que destaca la singularidad y la calidad de este producto lácteo español.
El Queso de Burgos es conocido por su frescura y se produce utilizando leche tanto de vaca como de oveja. Presenta un color que oscila entre el blanco puro y un amarillo suave, además de ofrecer una textura delicadamente suave, tal como lo detalla la Comisión en su nota de prensa.
Este queso destaca por su sabor lácteo y suave, con un toque distintivo de leche de oveja que puede variar en intensidad. Se fabrica únicamente en la provincia de Burgos, en Castilla y León, y sus propiedades están profundamente arraigadas en las técnicas tradicionales de la región y en el empleo de leche de oveja local, que le proporciona un aroma único, una textura cremosa y una reconocida calidad.