Un proyecto investigativo con relevante contribución de la Universidad de Almería (UAL) ha establecido métodos «innovadores y sostenibles» para el desarrollo de la agricultura en Marte. Este estudio ha sido posible gracias a la colaboración con entidades como la Universidad de Alcalá, el CSIC-Cmcnb, la UNED, el Centro de Astrobiología (CAB) y la Universidad de Alicante, además de contar con aportaciones internacionales.
La investigación revela que una de las principales barreras para la agricultura en el ‘planeta rojo’ son los percloratos en el regolito marciano, sustancias que resultan tóxicas para la mayoría de las plantas terrestres, tal como menciona la nota de la institución académica.
Los investigadores de la UAL, Juan Mota y Encarna Merlo, han publicado los hallazgos de su reciente estudio en la revista ‘Life Sciences in Space Research’. El documento lleva por título ‘Gypsophytes and the Use of Martian Gypsum: A Review of Their Potential for Agriculture on Mars’ y propone soluciones basadas en la flora gipsícola, adaptada a los suelos de yeso, similar a los encontrados en Marte.
El doctor Miguel de Luis, lidera el equipo y enfatiza que el propósito de cultivar plantas en Marte «está más cerca ahora». Los dos investigadores de la UAL han utilizado su profundo conocimiento del ecosistema gipsícola ibérico como un «trampolín» para la investigación astrobiológica.
El estudio también resalta la importancia de emplear depósitos de yeso marcianos, potencialmente libres de percloratos, ubicados en regiones polares como Olympia Undae. Además, destaca las plantas ‘pre-adaptadas’ como las gipsófitas, que poseen adaptaciones genéticas ideales para las condiciones extremas de Marte. ‘Gypsophila struthium subsp. struthium’ se menciona como la «candidata ideal» debido a su resistencia y capacidad para facilitar la vida de otras especies.
Finalmente, el estudio sugiere utilizar técnicas avanzadas de edición genética, como Crispr-Cas9, para transferir estas adaptaciones a cultivos comestibles, crucial para la dieta en el espacio y destacando el papel de la botánica almeriense en la ingeniería de vida espacial.