Cuenta atrás para la Ley Europea de Accesibilidad

Javier Hernández: "Hacer accesibles todos los servicios evitará marginar a una parte de la sociedad y cronificar una brecha ya existente"

Durante décadas nos hemos dedicado a pensar la accesibilidad en clave de espacio físico. Imaginamos una rampa donde nos encontrábamos unas escaleras, ampliamos las aceras que nos resultaban demasiado estrechas, acondicionamos los medios de transporte para usarlos de manera independiente, modernizamos ascensores antiguos y poco a poco fuimos haciéndonos la vida más sencilla.

Hoy la accesibilidad es una condición que está encima de la mesa de casi todas nuestras instituciones y de buena parte del tejido empresarial nacional e internacional. E igual que nuestra forma de estar en el mundo ha evolucionado en los últimos años también lo ha hecho la forma de entender la accesibilidad.

La accesibilidad en la agenda institucional y empresarial

Prueba de ello es la Ley Europea de Accesibilidad, que entra en vigor el próximo 28 de junio y llega en un momento en el que la accesibilidad es tan importante para el espacio físico como para el entorno digital. Con la Ley Europea de Accesibilidad, aprobada por la Comisión Europea en el año 2019, se van a derribar unas barreras invisibles que han impedido que las personas con discapacidad puedan utilizar correctamente algunos productos y servicios que son ya esenciales para nuestro día a día.

Me refiero a ordenadores, televisiones, cajeros automáticos, máquinas expendedoras o de venta de billetes de transporte, smartphones, servicios bancarios, libros electrónicos o sitios web de comercio electrónico. En definitiva, un sinfín de herramientas que forman parte de nuestra rutina y que hasta la fecha han podido ampliar una brecha social existente en materia de accesibilidad.

Ética y regulación: razones para apostar por la accesibilidad digital

Podríamos señalar muchas, pero para mí hay un par de razones contundentes para defender la accesibilidad de los productos digitales: la ética y la regulación futura. Todo es digital hoy en día, desde el entretenimiento hasta el aprendizaje, pasando por la reserva de citas médicas, la búsqueda de empleo o la gestión financiera. Hacer accesibles todos estos servicios evitará marginar a una parte de la sociedad y cronificar una brecha ya existente.

¿A qué tipo de empresas afecta la Ley Europea de Accesibilidad? Prácticamente todas aquellas empresas que tengan presencia en internet estarán obligadas a que su sitio web cumpla las Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web. Algo que la mayoría cumplen. Pero, en el caso de las webs de comercio electrónico, las empresas deben garantizar que se siguen las normas de accesibilidad en toda la experiencia del usuario, desde la arquitectura técnica hasta la superposición estética. Una de las funcionalidades básicas que deben incorporar es que los sitios web no requieran el uso del ratón y sean utilizables.

También impacta esta ley en las empresas encargadas de productos como cajeros automáticos, que ahora deberán ser compatibles con los pagos asistidos por audio. Esto puede implicar un conector de audio y selecciones de menú con voz en off para que las personas con discapacidad visual puedan realizar estas tareas de forma independiente.

Accesibilidad en servicios de tránsito y banca online

La Ley también exige que todos los servicios, incluidos los de tránsito y banca por internet, sean accesibles. Esto incluye las aplicaciones y otras plataformas en línea a través de las cuales se accede a estos servicios. Por ejemplo, si ofreces soluciones bancarias online, las aplicaciones para smartphones deberán admitir instrucciones habladas y lectores de pantalla.

Aunque la entrada en vigor está a la vuelta de la esquina, muchas empresas ya han hecho sus deberes, incluso de manera anticipada, auditando sus ecosistemas, entendiendo en qué punto de la curva de accesibilidad se encuentra su negocio, institucionalizando políticas de accesibilidad e invirtiendo de manera temprana en lograr que sus servicios, tecnologías y productos sean más accesibles.

El papel de los Estados miembros y la oportunidad de España

Aunque la Ley Europea de Accesibilidad establece unos mínimos de armonización comunitaria, cada Estado miembro puede ir más allá. En esta línea, España tiene la oportunidad de liderar desde la ambición y no desde la excepción. Un reto de país en el que las alianzas y la colaboración entre distintas administraciones, sociedad civil y ámbito privado son fundamentales.

Las administraciones públicas tienen que ser las primeras en actuar. Deben dotar de recursos suficientes a la normativa mediante financiación y subvenciones, ya que el impulso institucional por sí solo no será suficiente si no va acompañado del compromiso decidido del sector privado.

El sector privado tendrá que percibir la accesibilidad como una oportunidad para reforzar su compromiso social. Desde grandes empresas hasta pymes -solo las microempresas están exentas de aplicar esta norma– pueden encontrar en esta obligación una oportunidad única para diferenciarse, mejorar su posicionamiento social e incluso ampliar su alcance y público objetivo. 

Compromiso continuo con la accesibilidad universal

Por supuesto, no podemos olvidarnos del papel clave de las organizaciones del tercer sector, muchas de las cuales hemos impulsado y luchado para que una legislación como esta vez la luz. Desde la Fundación ONCE en particular, y como líderes del proyecto de AccessibleEU en general, hemos promovido durante los últimos años el conocimiento de esta ley porque, entre otras razones, nos va la vida en ello. 

A partir del 28 de junio seguiremos dialogando y cooperando con todas las administraciones públicas, empresas y asociaciones que necesiten nuestro apoyo y conocimiento. Analizaremos de cerca la implementación de esta Ley Europea de Accesibilidad y mantendremos nuestro compromiso sólido para que la Unión Europea sea un ejemplo de accesibilidad universal.

SOBRE LA FIRMA
Jesús Hernández-Galán es el Director de AccessibleEU

Personalizar cookies