En estos días, en los que el debate medioambiental está más presente que nunca en la sociedad, sigue creciendo la preocupación acerca del elevado consumo de energía y el consiguiente aumento de las emisiones de CO2 que conlleva el desarrollo de IA.
Adicionalmente, algunas organizaciones han manifestado su preocupación por el hecho que las empresas líderes de la IA no están siendo suficientemente transparentes, al no revelar con claridad cuál es el impacto real en la sostenibilidad de sus proyectos de desarrollo de IA.
Estas grandes empresas tecnológicas, como Microsoft, Amazon o Google, incluyen en sus informes de sostenibilidad de 2024 datos acerca de las enormes necesidades de consumo energético que requiere el desarrollo de inteligencia artificial.
Por poner un ejemplo, el informe de sostenibilidad publicado por Google en 2024, aunque criticado por la escasa información aportada, revela dos extremos de gran relevancia con respecto a este supuesto.
