Audentes fortuna iuvat
Virgilio
No cabe duda de que 2024 será recordado como el año de la inteligencia artificial. En estos últimos meses hemos sido testigos de esa progresión que caracteriza a toda disrupción digital, que comienza con una fase de experimentación, basada en la simple curiosidad por una novedad tecnológica, pasando por la fase de inercia empresarial, hasta llegar a una adopción masiva, que es el punto en el que se produce la verdadera transformación de las administraciones, empresas, profesionales y, en definitiva, de la sociedad en su conjunto.
En este escenario, la fortuna sonríe a los audaces, hoy personificados en aquellas organizaciones que adoptan soluciones de inteligencia artificial adecuadas a sus necesidades actuales y, sobre todo, futuras. A aquellos profesionales que, en definitiva, tienen una visión clara de cuál es la verdadera utilidad que les ofrece la IA a la hora de desarrollar sus actividades.
La fortuna sonríe a los audaces, hoy personificados en aquellas organizaciones que adoptan soluciones de inteligencia artificial adecuadas a sus necesidades actuales
Esto contrasta con la lentitud en la adopción de la IA por parte de muchas de las empresas que reclaman una mayor transformación digital. Efectivamente, el miedo, el desconocimiento y, en ocasiones, la incapacidad de sus interlocutores, son factores que pueden ralentizar la implementación de tal tecnología por no prestar la debida atención a los proveedores de innovadoras soluciones tecnológicas. Otras, en cambio, toman decisiones basadas en el miedo de perderse algo o FOMO (Fear Of Missing Out), y se precipitan a incorporar IA sin tener claros los motivos ni los objetivos de su adaptación.
Situación actual de la IA en empresas
En este sentido, no parece haber dudas de lo acertadas de las previsiones que afirmaban que las entidades que iban a alcanzar una mayor y más rápida evolución serían aquellas que centrasen la aplicación de la inteligencia artificial a obtener un mayor crecimiento, una mejor gestión de los costes y a aportar un mayor valor a sus clientes. Llegados a este punto, quizás convenga preguntarse qué pasará con el resto.
Si atendemos a datos recientes, una encuesta conjunta entre Microsoft y Linkedin realizada a 31.000 profesionales de 31 países, revela que el 79% de los líderes empresariales (el 77% en España) creen que su organización necesita adoptar soluciones de IA para ser competitivos. Mientras que el 60% muestra su preocupación por la ausencia de un plan y una visión estratégica clara sobre la adopción de esta tecnología en sus empresas.
Ahora bien, ¿es realmente tan útil la IA en la empresa?
Según datos facilitados por Microsoft, a los usuarios considerados “avanzados” la IA les permite un ahorro de más de 30 minutos al día en sus tareas. Dicho de otro modo, si una empresa logra que, gracias a la tecnología, uno de sus empleados ahorre, durante su jornada, 1 hora del tiempo que dedica mecánicamente a tareas ordinarias, eso supone un dato acumulado de -aproximadamente- 260 horas anuales para dicho trabajador, que podrá invertir a otras labores.
Según datos facilitados por Microsoft, a los usuarios considerados “avanzados” la IA les permite un ahorro de más de 30 minutos al día en sus tareas
Lógicamente, estas consideraciones también encuentran un claro reflejo en la realidad laboral, cuyos datos nos presentan una realidad, en ocasiones sorprendente. Pero -sobre todo- una tendencia que nos marca el camino a seguir en el futuro más cercano y que, por tanto, debemos atender con atención.
Es, precisamente, el comportamiento de empresarios y trabajadores el que nos revela el nivel de adopción actual de la IA en el mundo de la empresa y las necesidades que ya han comenzado a aparecer, y a las que debemos atender y dar rápida respuesta si no queremos perder el tren de la competitividad.
Dicho con otras palabras, ¿sabemos cómo están usando la inteligencia artificial los empleados de las compañías españolas?
Uso de la IA en compañías españolas
Gracias al citado informe de 2024 sobre el índice anual de tendencias laborales, sabemos que 3 de cada 4 empleados (el 68% en España) usan inteligencia artificial en sus puestos de trabajo actuales, en muchas ocasiones usando sus propias soluciones de IA ante la ausencia de una política empresarial clara con respecto a la utilización de este tipo de herramientas. Dicho de otra manera, los empleados no esperan a la decisión de sus empresas sobre si utilizar IA y con qué alcance.
Curiosamente, únicamente el 39% de los empleados que usan IA en su trabajo afirman haber recibido algún tipo de formación por parte de su empresa, lo que refleja la asunción de un alto riesgo corporativo por no establecer planes o medidas relativas a este extremo.
Es el comportamiento de empresarios y trabajadores el que nos revela el nivel de adopción actual de la IA en el mundo de la empresa y las necesidades que ya han comenzado a aparecer
Otro dato que merece especial atención es el que tiene que ver con cómo han evolucionado las referencias profesionales en plataformas como LinkedIn, las cuales han multiplicado por 142 la incorporación en los perfiles de sus usuarios de menciones a aptitudes en IA. Mientras que aquellas ofertas de empleo que incorporan menciones a la inteligencia artificial generativa han visto incrementada su cuota de visualización e interés por parte de potenciales candidatos, en un 17%.
A estos efectos, podemos destacar otro dato: más de dos tercios de los nuevos puestos ofertados en dicha red en 2024, no existían hace 20 años, lo que demuestra los cambios que la irrupción de la tecnología tiene también en la aparición de nuevas profesiones.
¿Nos estamos preparando para formarles adecuadamente y dotarles de competencias adecuadas? ¿O queremos perder la oportunidad de creación y retención de talento digital? De hecho, el citado informe muestra que el 64% de las empresas españolas encuestadas reconocen que no contratarían a un candidato que no tenga habilidades relacionadas con el uso de la IA.
En definitiva, los datos nos muestran el camino que siguen las empresas y los profesionales. Y esta realidad nos debe ayudar a diseñar la estrategia necesaria, y a que se adopten las iniciativas necesarias, para que la economía española crezca de forma alineada y armónica con la realidad tecnológica que nos espera, y no en contra de ella o no prestándole la atención que merece.
SOBRE LA FIRMA Francisco Pérez Bes es socio en el área de Derecho Digital de Ecix Group y ex Secretario General del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).