El futuro de la IA tras las elecciones europeas

Francisco Pérez Bes desgrana las propuestas en materia de inteligencia artificial de distintos grupos políticos europeos y los retos de esta tecnología para la nueva legislatura de la UE. Así mismo, analiza el ritmo de la adopción de esta tecnología en Europa y en España

Las elecciones europeas del 9 de junio llegaron en un momento marcado por la irrupción de la inteligencia artificial. En este escenario electoral, parece normal que los programas políticos de los principales partidos hayan recogido propuestas relacionadas con los retos y oportunidades que plantea la IA.

Las elecciones europeas del 9 de junio llegaron en un momento marcado por la irrupción de la inteligencia artificial

Esta lógica responde a la importancia de tener claro que el posicionamiento político que adopte Europa en este momento no sólo condicionará el futuro de la competitividad de las empresas y de los derechos de los ciudadanos, sino que afectará a la propia soberanía digital de los Estados miembros, entendida en términos de dependencia tecnológica y posicionamiento geoestratégico de Europa en un tablero internacional cada vez más complejo.

Agente clave en la UE

Dicho con otras palabras, de la política que se adopte para la inteligencia artificial dependerá que Europa en general, y España en particular, se conviertan en un agente clave para el desarrollo de la IA o, por el contrario, que nos veamos avocados a la irrelevancia tecnológica más absoluta.

Llegados a este punto, cabe preguntarse si mantendrán los gobernantes europeos una agenda propia para la inteligencia artificial, que incluya aspectos técnicos, regulatorios y éticos.

Ventajas de la IA

Con respecto a esto último, no olvidemos, por ejemplo, las ventajas que puede aportar la IA a aspectos tales como el control de fronteras en Europa, la seguridad nacional o el control del fraude, donde la IA está llamada a ser un elemento clave y donde existe -también- un alto riesgo de afectación de los derechos fundamentales de las personas.

De la lectura de tales programas políticos podemos observar cómo hay partidos que incorporan, de manera relevante, aspectos relacionados con la IA, mientras otros apenas lo contemplan.

De la política que se adopte para la inteligencia artificial dependerá que Europa en general, y España en particular, se conviertan en un agente clave para el desarrollo de la IA

Comenzando por el partido más votado, hemos podido observar que las propuestas que recoge el Partido Popular se centran en aspectos vinculados al progreso y la innovación, al impulso de una industria europea de IA y a la atracción de talento en esta materia.

Y dentro del desarrollo de las acciones a adoptar, estas se concretan en aspectos muy centrados en el desarrollo económico y empresarial, con propuestas relacionadas con las oportunidades y el aprovechamiento de la IA en el mundo de los negocios:

  1. La necesidad de datos europeos: se propone crear un gran data lake que facilite el desarrollo de modelos de inteligencia artificial generativa, así como tecnologías centradas en la explotación de la información que puedan desarrollarse en el futuro. Esta propuesta va muy alineada con el proyecto europeo Gaia-X.

El Partido Socialista, por su parte, también incluye numerosas referencias a la Inteligencia Artificial, aunque -a diferencia del PP- menos enfocadas en el desarrollo económico directo y más centradas en el impacto social y de protección de los derechos de las personas que puede tener la implantación generalizada de esta tecnología, incluyendo -incluso- una vinculación de aquella con el objetivo -no poco ambicioso- de lograr la paz mundial, así como de la protección de valores democráticos:

  1. Para las PyMES: se propone un marco innovador gracias al cual se aligere la carga administrativa a la que tienen que hacer frente para cumplir con sus obligaciones mediante el uso de la Inteligencia Artificial.

Apuesta política

Como puede observarse, ambos programas, aunque con la atención puesta en distintos aspectos relacionados con la IA (la primera más centrada en las oportunidades y la segunda en los riesgos y amenazas), reflejan la apuesta política por diseñar un escenario político en el que Europa se posicione como un sujeto importante porque apuesta por la regulación, la ética y por la protección de los derechos de las personas.

¿Es esta una postura acertada? El tiempo lo dirá. Lo que está claro es que Europa, una vez fuera de la carrera de la competitividad tecnológica, va a ser totalmente dependiente de la tecnología extranjera, por lo que una conjunción de intereses entre ambos proyectos políticos a nivel europeo podría ofrecer garantías a la hora de lograr un uso adecuado y sostenible de tal tecnología.

SOBRE LA FIRMA
Francisco Pérez Bes es socio en el área de Derecho Digital de Ecix Group y ex Secretario General del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
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