Invertir en la educación global no es caridad: es una cuestión de Estado

En un mundo en el que las crisis se multiplican y los desafíos mundiales están cada vez más entrelazados, posicionar a la educación en el corazón de la política exterior puede abrir el camino hacia un mundo más pacífico, resiliente e igualitario.  Invertir en educación global no es caridad. Es política de Estado. Se trata de prevenir conflictos, fomentar la igualdad y construir sociedades resilientes.

La Educación es mucho más que lo que aprenden los niños y niñas. En las últimas cuatro décadas, la educación ha contribuido a la mitad del crecimiento económico mundial, a dos tercios del crecimiento de los ingresos entre los ciudadanos más pobres del mundo y al 40% de la reducción de la pobreza extrema mundial. 

La Educación es un pilar esencial para la paz y la seguridad

En términos globales, se produce un aumento del 10% en los ingresos por hora por cada año adicional de escolaridad.  Si toda la infancia asistiera a la escuela y adquiriera habilidades básicas, el PIB mundial aumentaría en más de 6.500 millones de dólares estadounidenses anuales. Por otra parte, se calcula que el abandono escolar y las lagunas en educación cuestan 10.000 mil millones de dólares estadounidenses anuales a la economía mundial.

La Educación es un pilar esencial para la paz y la seguridad. Las investigaciones realizadas por GPE (Global Partnership for Education) y el Instituto para la Economía y la Paz muestran un claro vínculo entre la educación y la paz. Los países con una población con mayor nivel educativo tienden a ser más pacíficos y estables, condiciones esenciales para el desarrollo económico nacional que puede contribuir al crecimiento económico global.

La educación también es clave para una acción climática efectiva. La escuela es el lugar donde los niños aprenden cómo sus acciones cotidianas afectan al medioambiente. Los estudiantes que reciben formación en cambio climático pueden reducir su consumo energético en más de un 15 % en sus hogares y un 30 % en sus escuelas.

Pero en todo el mundo, más de 250 millones de niños siguen fuera de la escuela. A nivel global, más de 473 millones de niños y niñas —más de uno de cada seis en el mundo— viven en zonas afectadas por conflictos, de los cuales 127 millones no pueden acudir a la escuela.  Se trata de una emergencia que requiere una respuesta ambiciosa y -sobre todo- colectiva. Y España se encuentra en una posición única para liderar dicha respuesta.

Financiación para el Desarrollo

La próxima Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo-que se celebrará en España en julio-es una oportunidad histórica para que España asuma un mayor liderazgo a nivel mundial en la promoción de la educación. Por todo ello, estamos trabajando con el Congreso de los Diputados para avanzar en una Proposición No de Ley que se alinee y refuerce el liderazgo de España en la educación global. La próxima Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, organizada por España en julio, representa una oportunidad histórica para que el país asuma

Desde 2006, España ha comprometido más de 360 millones de dólares estadounidenses (unos 315 millones de euros) a la educación a través de GPE y recientemente ha reafirmado su compromiso de seguir siendo un socio global clave. Gracias a este apoyo sostenido, millones de estudiantes en Ucrania y el Sahel han continuado su aprendizaje – a menudo bajo ataque y en campamentos improvisados.

Asumir un papel de liderazgo en la provisión de educación para niños en situaciones de emergencia requiere construir alianzas estratégicas que multipliquen los esfuerzos y el impacto. La colaboración de España con GPE—el mayor fondo mundial exclusivamente dedicado a la educación en países de renta baja—es una de esas alianzas, y ha ayudado a aumentar los fondos destinados a la educación en contextos de crisis.

Al diversificar su base de donantes y fuentes de financiación, GPE utiliza de forma inteligente la ayuda oficial al desarrollo para movilizar más recursos, tanto internos como privados. GPE alinea a los socios con las reformas prioritarias de cada país y aporta cofinanciación de diversas fuentes para lograr el mayor impacto en el aprendizaje infantil, reduciendo la dependencia de la ayuda internacional.

Flexibilidad e innovación

Responder a las necesidades educativas de emergencia de la infancia requiere flexibilidad e innovación. GPE está diseñada para responder con rapidez, movilizando recursos dentro de las ocho semanas posteriores a una crisis. En Ucrania, GPE trabajó con socios privados para reunir 51 millones de dólares destinados a educación a distancia y apoyo psicosocial para los niños en zonas afectadas por el conflicto. En medio de la devastadora emergencia humanitaria de Gaza, España aportó 5 millones de euros a GPE para ayudar a que los niños reanuden su aprendizaje tan pronto como cesen las hostilidades y puedan reconstruir sus vidas destrozadas.

Las emergencias educativas no se limitan a países lejanos. En noviembre pasado, España vivió en carne propia el impacto devastador de las catástrofes naturales sobre la educación infantil, cuando unas lluvias torrenciales dejaron sin clases a más de 40.000 niños en la Comunidad Valenciana.

Por eso, es imprescindible fortalecer los mecanismos de respuesta a emergencias con la educación, consagrable como un pilar de la Estrategia Multilateral para el Desarrollo Sostenible de España. Además, en la Unión Europea, estamos trabajando para garantizar que al menos el 10% de la ayuda para el desarrollo se destine a la educación y para alcanzar ese 13% propuesto por el Comisario Jozef Sikela.

Como presidenta del Comité de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados español y director ejecutivo adjunto de la Alianza Mundial para la Educación (GPE, por sus siglas en inglés), creemos que compartimos una convicción firme: la Educación no solo es un derecho humano fundamental y una plataforma para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino también una inversión estratégica.

No hay tiempo que perder. Ni en Gaza, ni en Níger, ni en Ucrania ni en Valencia. A través de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, España tiene la oportunidad de liderar y acelerar los esfuerzos globales para ayudar a millones de niños atrapados en zonas de conflicto, desplazamientos repetidos y emergencias climáticas a construir un futuro más esperanzador.

SOBRE LAS FIRMAS
Charles North es el director ejecutivo adjunto de la Alianza Mundial Para la Educación (GPE). Ha trabajado como funcionario del Servicio Exterior, ocupando cargos como el de asesor sobre Ucrania y Rusia o director de políticas en USAID.

Susana Ros es diputada del PSOE por Castellón y presidenta de la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo y de la Comisión de Igualdad. Es secretaria ejecutiva de su partido contra la Violencia de Género.

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