¿Está el legislador español listo para regular la IA cuántica?

Francisco Pérez Bes, adjunto de la Agencia Española de Protección de Datos y experto en Derecho Digital: "Hay que comenzar a prever cómo España va a abordar este nuevo escenario mundial, donde lo cuántico dejará de ser una mera tecnología para convertirse en una nueva oportunidad de posicionamiento geopolítico internacional"

En su gráfico conocido como Hype Cycle, la Consultora Gartner ilustra anualmente cuál viene siendo el grado de desarrollo de la IA. Como puede observarse, el gráfico confronta el nivel de expectativas (lo que se conoce como hype usando terminología del sector) con el paso del tiempo, dentro del cual podemos centrarnos en las tres primeras fases, mucho más intensas.

La primera fase suele consistir en una curva inicial creciente, donde se identifican las innovaciones más disruptivas previstas para ese periodo temporal. En el caso del ciclo de 2025, llama la atención la aparición de una expectativa en concreto, calificada como inteligencia artificial cuántica o Quantum AI, cuya aparición generalizada se prevé alcanzar, presumiblemente, en un plazo superior a los 10 años.

Esta fase va seguida de otra, que se califica como de “expectativas infladas”, donde la excitación de los profesionales y el deseo de posicionamiento y apetito de competitividad de las empresas, permite identificar ciertas propuestas de cuestionable viabilidad.

Para 2025, dentro de esta segunda fase se identifican iniciativas tales como los “agentes de IA” o la “IA soberana”, por citar algunos, a las que Gartner considera como promesas demasiado avanzadas, por denominarlas de alguna forma. Solo el tiempo nos revelará el grado de acierto de esta predicción.

Tras ello, la curva de interés decae rápidamente, formando lo que se conoce como el “valle de la desilusión”. En esta fase sólo sobreviven aquellas aplicaciones de la tecnología que son realmente útiles a nivel empresarial, y que muestran un mayor grado de probabilidad de alcanzar una fase de madurez y de productividad sostenible.

Llegados a este punto podemos afirmar que este tipo de representaciones gráficas resultan de gran utilidad, en tanto en cuanto permiten configurar una idea de cuáles son los nuevos riesgos y amenazas que estas tecnologías traen consigo. Y, derivado de ello, cuáles pueden ser las necesidades de regulación que se van a producir a corto-medio plazo, en particular en lo que pueda referirse a riesgos y amenazas a los derechos y libertades de empresas y ciudadanía.

Por poner un ejemplo, el caso de las tecnologías cuánticas se percibe como un elemento todavía en fase inicial de evolución. Pero que la previsión de que en un futuro cercano se incorpore a la inteligencia artificial, están creando un auténtico desasosiego internacional por la amenaza que esta nueva IA cuántica supone a todos los niveles. Pero también un alto nivel de motivación gracias a las nuevas posibilidades que ofrece esta tecnología.

No en vano, la Organización de Naciones Unidas han declarado el año 2025 como el año internacional de la ciencia y la tecnología cuánticas, lo que nos debe hacer recapacitar acerca de la relevancia que este recurso está teniendo, ya desde hace varios años, a nivel mundial.

España -como en tantas otras cosas- es uno de los países más reconocidos en lo que a tecnologías cuánticas se refiere; y tanto el legislador como el Gobierno español llevan algún tiempo diseñando un escenario regulatorio que permita seguir con este liderazgo. De hecho, hace unos meses se aprobó la estrategia nacional de tecnologías cuánticas, lo que convierte a España en uno de los primeros países del mundo en disponer de un documento de esta naturaleza.

Resulta altamente ilustrativo el conocer las aplicaciones prácticas de estas tecnologías, el estado actual de la técnica y las iniciativas regulatorias que se vienen llevando a cabo en distintos países, especialmente europeas y españolas. Sólo conociendo sus oportunidades y riesgos seremos capaces de regular un elemento disruptivo sin perjudicar la innovación ni ralentizar su desarrollo.

la revolución cuántica es una realidad, y hay que comenzar a prever cómo España va a abordar este nuevo escenario mundial

Con respecto a este aspecto, el escenario regulatorio actual se divide entre estrategias nacionales (documentos políticos) y regulación tradicional (normativa de derecho positivo), lo que en España se traduce en:

a) Estrategias nacionales: hoy en día encontramos referencias a las tecnologías cuánticas en la de ciencia y tecnología, la de seguridad nacional, la de inteligencia artificial, y -entre otras- la citada estrategia nacional de tecnologías cuánticas.

b) Regulación: existen normas relativas al control de exportaciones y de restricciones a inversiones extranjeras que deben tenerse en cuenta.

Mientras que, a nivel europeo, destacamos una estrategia europea, un pacto cuántico y, en breve, la esperada Quantum Act la cual, como ocurrió con el Reglamento de IA, tratará de dar respuesta a las necesidades regulatorias que provoque el desarrollo de estas tecnologías en Europa.

Adicionalmente, hay que destacar todo lo que tiene que ver con la identificación y gestión de los nuevos riesgos que se derivan de las tecnologías cuánticas, que pueden clasificarse en diferentes categorías (medioambientales, tecnológicos, de seguridad nacional y ciberseguridad, éticos o económicos, y que han venido a configurar el concepto de quantum compliance para calificar las nuevas obligaciones de cumplimiento para empresas y entidades del sector público.

Todo este escenario converge en una clara necesidad de cara a futuro, como es la de planificar una transición hacia un cifrado postcuántico, que debe resolver el principal riesgo que lo cuántico plantea para la ciberseguridad, como es lo relacionado con la vulneración de los actuales sistemas criptográficos que, lo que -según afirman- provocará un acceso ilimitado a toda la información actualmente cifrada con los algoritmos actuales, y que parece ser el motivo que explica que determinados países (como China) ha venido hackeando indiscriminadamente y robando información de ciudadanos, administraciones y empresas durante todo este tiempo, lo que se conoce como “harvest now, decrypt later”.

En cualquier caso, la revolución cuántica es una realidad, y hay que comenzar a prever cómo España va a abordar este nuevo escenario mundial, donde lo cuántico dejará de ser una mera tecnología para convertirse en una nueva oportunidad de posicionamiento geopolítico internacional, de fuente de riesgo empresarial y de responsabilidad empresarial y de gobernanza pública, siguiendo los pasos de lo que estamos viviendo con la inteligencia artificial.

Estas reflexiones se extraen de un estudio sobre el estado actual de la regulación de las tecnologías cuánticas, que puede encontrarse en este enlace.

SOBRE LA FIRMA:

Francisco Pérez Bes es adjunto de la Agencia Española de Protección de Datos. Además, fue socio en el área de Derecho Digital de Ecix Group y es ex Secretario General del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).

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